Más de 100 heridos y numerosos detenidos en manifestaciones antinucleares en la RFA
El conflicto en torno al uso pacífico de la energía nuclear en la República Federal de Alemania (RFA) se agudizó ayer con duros enfrentamientos entre la policía y manifestantes ante dos de las instalaciones nucleares más controvertidas del país, la de Brokdorf en el norte, y la de Wackersdorf, en Baviera. La manifestación más numerosa fue la de Brokdorf, donde una central nuclear ya terminada espera un permiso administrativo para ser puesta en marcha. Unas 60.000 personas participaron en las protestas en las que al menos 100 personas -entre ellas 24 policías- resultaron heridas. Ia jornada antinuclear tuvo el apoyo de los verdes, grupos antinucleares y partidos políticos a la izquierda del socialdemócrata (SPD).
Las detenciones en las protestas ante la central nuclear de Borkdorf podrían superar el centenar, según afirmó un portavoz de la policía. También en Wackersdorf, en Baviera, se registraron violentos enfrentamientos ante las vallas de la planta de reciclaje de combustible nuclear, en los que se produjeron varios heridos y numerosas detenciones.Coincidiendo con la jornada, el partido de los verdes del Estado de Hesse, presente en el gobierno de coalición, amenazó con abandonarlo si los socialdemócratas no aceptan la paralización de todas las centrales a corto plazo. El presidente del Estado de Baviera, Franz Josef Strauss, pidió ayer mayores medidas represivas contra los activistas antinucleares ante la violencia que ha acompañado las últimas manifestaciones tras el accidente en la central soviética de Chernobil.
Strauss ha hecho gala de la postura más intransigente y firme frente a la renovada actividad antinuclear en la RFA y se niega a negociar la puesta en marcha de la planta de reciclaje de combustible nuclear que se está construyendo en territorio bávaro. Pese a una prohibición de la manifestación, impuesta por un tribunal bávaro, cerca de 15.000 personas desafiaron las advertencias de la policía y se congregaron en las inmediaciones de estas obras en Wackersdorf. Los manifestantes intentaron romper las verjas metálicas y las defensas de alambre de espino que rodean el terreno en construcción. Según declaró la policía, los manifestantes utilizaron sierras, palancas y otras herramientas. En los controles previos, la policía requisó hachas, sierras, tiragomas, rodamientos y tuercas utilizados como proyectiles y cócteles molotov. El pasado lunes de Pentecostés se produjeron en Wackersdorf choques muy duros entre policía y manifestantes, muchos de los cuales acudieron encapuchados y armados.
La creciente radicalización del movimiento antinuclear y de la población cercana a la instalación de Wackersdorf ya había sido advertida en las últimas semanas y miembros del partido de los verdes habían asegurado que no podrían controlar las acciones de protesta. En la central nuclear de Brokdorf, junto a la. desembocadura del Elba, la concentración antinuclear fue aún mayor, y pese a los fuertes controles de la policía en todos los caminos de acceso al lugar, cerca de 30.000 manifestantes se congregaron allí para pedir la inmediata paralización de todas las centrales nucleares alemanas. A primeras horas de la tarde, cuando aún se mantenía un flujo continuo de manifestantes que habían acudido en autocares y trenes especiales, se produjeron los primeros enfrentamientos con la policía, que fue agredida con cócteles Molotov y lanzamiento de rodamientos y piedras por grupos de activistas enmascarados.
En la localidad de Kiev, cercana a la central, un grupo de policías fue atacado y herido por cohetes y bengalas de pirotecnia y a un agente le fue arrebatada su ametralladora.
Ante la central de Brokdorf, la policía intervino con gases lacrimógenos y lanzadoras de agua mezclada con algunos productos químicos irritantes. Pronto, las cargas, dirigidas en un principio contra grupos de activistas que se autodenominan autónomos, degeneraron en actuaciones indiscriminadas contra todos los manifestantes y, posteriormente, en auténticas batallas campales. Al concluir la manifestación, en la que se condenó la energía nuclear como enemiga de la humanidad, la policía desalojó las inmediaciones de la central, dando orden de intervenir a miles de agentes. Otras manifestaciones se produjeron en Wurzburg y Munchen sin que se registraran incidentes. Entre los heridos se hallan 24 policías, dos de los cuales quedaron hospitalizados. Por otra parte, centenares de austriacos que intentaron ayer cruzar la frontera para asistir a la concentración en Wackersdorf, fueron rechazados por la policía alemana en puestos fronterizos de los Estados de Salzburgo y Vorarlberg. La planta de Wackersdorf, que está a menos de 200 kilómetros de la frontera austriaca, cuenta con la decidida oposición de la opinión pública y el Gobierno de Austria, que ha solicitado una revisión de este proyecto tras el accidente de Chernobil.
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