El Rey conmemora en la facultad de Derecho de la Complutense el 25º aniversario de su promoción

El rey Juan Carlos participó a mediodía de ayer en un acto académico que conmemoró en la facultad de Derecho de La universidad Complutense de Madrid las bodas de plata de su promoción de estudios en dicho centro. Don Juan Carlos asistió al mismo acompañado por la reina Sofía. Al acto asistieron unos 150 profesores y compañeros de estudios de don Juan Carlos, entre ellos el defensor del pueblo, Joaquín Ruiz-Giménez; el presidente del Consejo de Estado, Antonio Hernández Gil, y los ex ministros Juan Antonio García Díez, Tomás de la Quadra, Migo Cavero y Laureano López Rodó.

El compañero de estudios del Rey, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, evocó en un discurso ante el Monarca los tiempos en que la Universidad española era uno de los pocos ámbitos de contestación al franquismo.Don Juan Carlos, que llegó a la facultad acompañado por la reina Sofía, firmó en el libro de honor del centro y presidio más tarde, en el aula magna, un acto académico en el que intervinieron Gonzalo Villapalos, actual decano de Derecho; Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, compañero de estudios del Rey, y Juan Iglesias, que ocupaba el decanato en la época en que el Monarca estudió en la facultad.

El decano de la facultad, Gustavo Villapalos, recordó los años de formación de la promoción del Rey, a la que definió como "la generación del Rey", y añadió que, en su opinión, la Universidad es una "comunidad por encima del tiempo y el espacio". "No sé cuántos de nosotros estaríamos hoy aquí", añadió, "si Vuestra Majestad no hubiera actuado como lo hizo en momentos trascendentales en los que peligraban la razón, la paz y la convivencia entre los españoles".

La ceremonia se convirtió en una reunión de amigos y compañeros llena de añoranzas cuando Ortega y Díaz Ambrona, que ocupó el cargo de delegado de curso en los años de estudios del entonces Príncipe, evocó aquellos tiempos con referencias al biscúter y al seiscientos, a Elvis Presley y Nat King Cole, a Kopa y Di Stéfano, así como a las primeras cámaras sindicales universitarias que introdujeron métodos democráticos en su gestión, a las protestas en los tranvías del campus y a los sucesos de febrero de 1956 que provocaron la dimisión de "un ministro, un rector y un decano", referencia esta última que acogió con una leve sonrisa Joaquín Ruiz-Giménez, que entonces ocupaba el Ministerio de Educación. Juan Antonio Ortega concluyó recordando que en la primera jornada lectiva a que asistió el entonces Príncipe se le recibió en la facultad con "gritos de uno y otro signo", pero que pocos días después don Juan Carlos se había ganado el afecto de todos sus compañeros de estudios.

La amistad

El acto concluyó con la entrega al Monarca de una edición impresa en 1527 de las Leyes de Abogados y Procuradores, promulgadas por los Reyes Católicos en 1489, y con unas breves palabras del Rey en las que, muy emocionado, afirmó que la gran lección que había recibido en la facultad fue la de "la convivencia, el diálogo y la libertad" "Pero, además, la palabra amistad que entablo con muchos compañeros", agregó. Tras reconocer que estaba muy emocionado y muy agradecido, el Rey manifestó: "No soy un erudito, ni un poeta, ni un profesor".Don Juan Carlos señaló: "La lección que desde hace un cuarto de siglo sigue proyectándose en nuestra vida de hoy no es sólo la de los saberes que cada uno de nosotros adquirimos, sino la de la facultad como ámbito de convivencia, en que se manifiestan y se perfilan ideas e ilusiones sobre un proyecto de vida en común, racionalizado por el derecho, y que se cifra, en definitiva, en cómo debe ser España, nuestra patria".

"Nos cabe la satisfacción", añadió el Rey, "de saber que con el esfuerzo de todos vivimos una España más abierta e integrada plenamente en la conciencia dinámica de Europa, que, conforme al espíritu y misión de la Universidad, no es de un grupo o minoría, sino de todos los españoles una España hecha entre todos sin miedo y en libertad". Don Juan Carlos terminó su intervención diciendo que, pese a las añoranzas de aquellos "felices tiempos", no se encontraba nada viejo. "La juventud va en la cabeza más que en el aspecto físico". Para finalizar, el Rey se hizo una foto sentado en las mesas junto a los miembros de su promoción.