Derrota del Gobierno conservador en las elecciones parciales de Ecuador

Las votaciones celebradas el pasado domingo en Ecuador para la renovación parcial del Parlamento, la elección de consejos municipales y el referéndum sobre la participación de independientes como candidatos en próximas elecciones constituyeron un rotundo fracaso para el Gobierno del presidente León Febres Cordero. Aunque aún no hay datos oficiales, las proyecciones realizadas indican que de los 59 escaños en disputa -el Parlamento consta de 71-, la oposición de izquierda y de centro logró, respectivamente, 35 y 7 escaños, mientras que los partidos conservadores del Gobierno alcanzaron sólo 17.

Febres Cordero ha salido derrotado también en las elecciones municipales, en las que el escrutinio es muy lento por el elevado número de cargos, a elegir: 51 provinciales y 461 municipales.La socialdemócrata Izquierda Democrática (ID) alcanzó los mejores resultados en las legislativas, con alrededor del 12% de los sufragios. Le sigue el gobernante Partido Social Cristiano, con aproximadamente el 10%, y la Democracia Cristiana, con el 9%. El resto de los votos está muy repartido entre los otros 13 partidos que concurrieron a las elecciones.

La derrota conservadora debe interpretarse como "rechazo al Gobierno" del presidente León Febres Cordero, según coincidieron en afirmar diferentes representantes de la oposición victoriosa. En las primeras votaciones celebradas en los 21 meses de su Administración, el derechista Febres Cordero experimentó un rechazo a las listas de candidatos de su partido, así como a las de agrupaciones afines a su gestión.

Quizá el fracaso más contundente del Gobierno es el constituido por la derrota en el referéndum planteado para obtener el respaldo a las posiciones presidenciales. Febres Cordero sometió a consulta popular la posibilidad de que las personas no afiliadas a partidos políticos, los independientes, pudieran ser candidatos para diferentes cargos en futuras elecciones. La legislación vigente en Ecuador establece que únicamente los miembros de organizaciones políticas pueden ser electos.

Según las estadísticas, casi las tres cuartas partes de los ecuatorianos no pertenecen a ningún partido político. Y, precisamente, Febres Cordero, durante la campaña electoral que le llevó a la presidencia en 1984, apeló a los independientes, y consiguio su respaldo, con el lema Ecuador es mi partido, para lograr la jefatura de Estado.

Estos dos hechos hacían prever que la postura gubernamental de permitir a los independientes ser candidatos iba a calar entre la población y hacer posible el triunfo León Febres Cordero del sí en el referéndum. Sin embargo, el no fue abrumador. Sobre la mitad de los votos de esta consulta escrutados extraoficialmente por la Secretaría de Información Pública del Gobierno, los noes representaban alrededor del 62%, y los síes, apenas el 27%.

La crisis económica que ha experimentado Ecuador como con secuencia de la brutal caída de los precios del petróleo, que representa el 70% de los ingresos por exportaciones de esta nación andina -y sus consecuencias en la economía doméstica de la población-, se perfila como una de las causas de la derrota gubernamental.

De igual modo, el incumplimiento de las promesas efectuadas durante la campaña electoral, sintetizadas en la frase Pan, techo y empleo, fue, según revelaba una encuesta previa a los comicios, otro de los motivos del fracaso de Febres Cordero.