"Un mensaje de esperanza", según el Vaticano

La quinta encíclica del papa Juan Pablo II sobre el Espíritu Santo fue presentada. ayer oficialmente en la sala de prensa vaticana por el cardenal belga Jean Jerome Hammer, actual prefecto de la congregación de religiosos y que había sido anteriormente secretario del ex Santo Oficio. Hammer insistió en que la encíclica, es un "mensaje de esperanza" para la humanidad.

Toda la conferencia de prensa fue una especie: de: discusión entre los periodistas, que insistían en que la encíclica rezumaba pesimismo.

Respondiendo a una pregunta, el cardenal Hammer explicó que el gran jubileo del que tanto habla la encíclica no es un jubileo extraordinario. Se trata, dijo, del jubileo que tendrá lugar el año 2000 y que se realiza cada 25 años.

Puesto que la encíclica condena duramente todo tipo de incredulidad y pone la esperanza sólo en el espíritu, el vaticanista de Il Messaggero, Marco Politi, preguntó, si en este caso queda aún margen para un diálogo de la Iglesia con los llamados humanismos no cristianos.

Y el cardenal Hammer respondió que el verdadero diálogo trata de "convencer a los ateos de que están en el error" y que por ello es necesario antes conocer claramente la posición de cada una de las partes en diálogo. Por eso la Iglesia" dijo, "quiere hablar claro y exponer sin ambigüedades su doctrina".