Íñigo Oriol critica la política oficial de tarifas eléctricas

Íñigo Oriol, presidente de Hidroeléctrica Española, más conocida por Hidrola, hizo ayer un balance crítico de la política tarifaria que para el sector eléctrico ha seguido la Administración socialista, y manifestó que ésta ha preferido primar a la empresa pública ENDESA con incrementos de sus precios de hasta un 14%, mientras ha limitado por debajo del índice de precios al consumo (IPC) las subidas para las empresas privadas. Los beneficios de Hidrola en 1985 fueron de 15.905 millones, que se traducirán en un dividendo del 6,5% para los accionistas.

Tanto en su intervención ante la junta de accionistas de la sociedad, celebrada ayer, como en la presentación de los datos a la Prensa, el nuevo, presidente de Hidrola destacó la falta de coherencia de la Administración, que a por un lado justifica incrementos del 14% en los precios del contrato de suministro de Endesa a las distribuidoras, bajo el argumento de que necesita financiación adicional por la entrada en funcionamiento de determinadas centrales nucleares, y por otro limita los aumentos de tarifas a empresas productoras del sector privado que se encuentran en la misma situación.En concreto, el presidente de Hidrola calificó de "corta" la última subida de las tarifas eléctricas y dijo que ni siquiera había alcanzado el incremento experimentado por el IPC. No obstante, calificó de conveniente la política de saneamiento impulsada por el Ministerio de Industria y Energía, si bien señaló que muchos de los problemas que atravesaba el sector eléctrico se deben al cumplimiento de los planes energéticos de los distintos Gobiernos, que provocaron un exceso de inversiones y un mayor-recurso al endeudamiento externo. Agradeció, con todo, el hecho de que la Administración se haya ocupado del sector, "esperando que en el futuro sus disposiciones se establezcan sobre unas bases justas para solventar problemas pendientes".

Política de saneamiento

Hidrola, según Oriol, ha aceptado el reto de la política de saneamiento, pese a que "es y ha sido siempre una empresa equilibrada en sus aspectos productivos y financieros". Con todo, añadió, decidió adquirir Hidroelectrica de Cataluña (Hidruña) y una parte de la central nuclear de Almaraz con el fin de seguir las indicaciones de la Administración, y como prueba de que cumplirá sus compromisos, ha decidido duplicar el capital de la empresa catalana, que en el pasado año presentó pérdidas abultadas y no distribuyó dividendo.El presidente de Hidrola, que el pasado octubre sustituyó a su padre, José María Oriol, al frente de la sociedad por fallecimiento de éste, dijo que Hidrola había aceptado recortar su dividendo al 6,5%, en parte como prueba de que haría cualquier esfuerzo para sanear Hidruña. Dijo, sin embargo, que su empresa sigue tan saneada como antes del comienzo de los intercambios de activos.

En los aspectos económicos-financieros, Oriol resaltó el cambio de estructura en las cuentas de la sociedad, que han forzado al incremento de las amortizaciones (de 28.714 millones a 42.142 millones), el de las cargas financieras y la reducción de intereses intercalarios en un 43%.

En el activo de la sociedad se ha introducido los 308.112 millones que ha costado Cofrentes y la compra a Unión-Fenosa de 50 megavatios de la central nuclear de Almaraz. En el pasivo destacan los fondos propios, con una cifra superior al medio billón de pesetas, y en la cuenta de resultados, el beneficio de 15.905 millones.