La carbonera
La primera plaza de toros del mundo, por categoría y también por suciedad, ésa es la de Las Ventas. No la hay más cochina. El bonito coso de estilo mudéjar, orgullo de los madrileños, lo tienen hecho una carbonera. El año anterior había en los tendidos tanta mugre que era necesario caminar de puntillas. Cuando, tras el paréntesis invernal, volvimos en marzo, los tiznones, los pegotes de porquería negra y las cáscaras de pipas, restó de festines de la temporada última, seguían donde estaban. Ahora aún hay más, y las aficionadas taurinas enriquecen los estampados de sus modelitos con lamparones de indefinibles tonos.Una empresa taurina que en feria, ingresa del orden de 28 millones de pesetas por corrida -40 millones de pesetas si es televisada- y una Comunidad autónoma de Madrid, propietaria de la plaza, que dice velar por su prestigio, son incapaces de disponer que echen unas aguas para que el graderío aparezca, por lo menos, decente.
Babelia
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