Rafa Salcedo
Traductor del Corán al 'euskera' a razón de 1.000 pesetas el folio
Su verbo es fluido y saltarín, casi como sus ideas, que se apresuran a expresar por encima de los gustos o creencias de su interlocutor. Ello le ha ocasionado enemistades, unos cuantos amigos y no pocos recelos. Rafa Salcedo traduce hoy el Corán al euskera ("por un desafío lingüístico, ya que no soy musulmán"), imparte, clases de lengua ' vasca a trabajadores de electrodomésticos, enseña el monte. a los alumnos de Formación Profesional de Sestao (Vizcaya) cada semana desde hace 12 años, y lee, lee mucho, porque "todo aquello que produce un efecto sobre la humanidad es importante investigarlo".
Una de las empresas especiales que más. sinsabores le costaron a este bilbaíno de 38 años fue aquella oferta hecha en 1982 de enseñar euskera a cuatro policías nacionales que, por una acción de .protesta de profesores y alumnos en San Sebastián, tuvieron que abandonar el centro. "Perdí entonces algunos amigos, pero la verdad es que recibí más adhesiones que críticas".Esta manera especial de andar por la vida viene de lejos. En los años sesenta inició en Bilbao, junto a otros amigos, un movimiento ecologista. La opción le llevó a la lucha contra la implantación de la central nuclear de Lemóniz, protesta que abandonó más tarde por no coincidir "con los nuevos derroteros" que tomé.
Pero siempre estuvo abierto a nuevos proyectos, a pesar de su inclinación por la soledad. Y fue una tarde de las bilbaínas, con poca luz y algo de lluvia, cuando se encontró con un viejo conocido, Enrique Ojembarrena, un experto en literatura inglesa que abrazó las creencias musulmanas tras haber participado en Granada en una traducción del Corán al castellano.
"Hablando con él pensé en lo bonito que sería traducirlo al euskera, porque todos los libros importantes del pensamiento humano debieran introducirse en la lengua vasca". El encargo de la comunidad musulmana en Bilbao le supone un ingreso de 1.000 pesetas por folio traducido. En los ratos libres y algunos fines de semana trabaja en esta tarea, cuyo plazo está fijado en tres años.
Para realizar su trabajo se apoya fundamentalmente, en algunas traducciones del Corán al castellano, una edición francesa y otra muy antigua del libro sagrado en lengua original, además de una dedicación adicional al estudio del árabe. Un conocedor del hebreo, José Ángel Urbieta, y otro euskerólogo, Josu Cepeda, le ayudarán en el trabajo iniciado.
A un espectador lejano pudiera sorprender el hecho de que Rafa Salcedo no hubiera nacido en el seno de una familia euskaldun.. Descubrió la lengua vasca de forma casual, cuando a los 12 años leyó un artículo sobre Gabriel Aresti y sus -versos en euskera.
Aquello, que bien pudo ser una efímera curiosidad de adolescente, se convirtió en una de sus más apasionantes dedicaciones. Llegó a casa, preguntó a sus padres y preguntó también a su abuela sobre el euskera. Esta última le pronunció cuatro palabras y le enseñó la biblioteca del abuelo. Allí se perdió muchas tardes y encontró algún diccionario y una gramática de inspiración sabiniana.
Con esos dos tomos y de forma clandestina, Rafa invirtió esfuerzos y algunas horas de sueño. "Era algo que me despistaba de lo demás, tal era el empeño que tenía en aprenderlo".
Hoy recuerda aquellos ejercicios espirituales como colegial de los jesuítas en Loyola (Guipúzcoa), "en los que no me enteré de nada porque encontré una Biblia en euskera y me aprendía las frases de memoria".
Su largo camino de aprendizaje fue perfeccionándose después de su paso por la Academia de la Lengua Vasca (Euskaltzaindia). Hoy se considera uno de esos seres privilegiados que trabajan en lo que más les gusta.
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