El capitalismo trilateral

Davignon, Bergsten y Miyazaki presentaron ayer un proyecto sobre las condiciones para una relación económica internacional entre socios (Conditions for partnership in international economic management), que deberá ser asumido en las conclusiones finales del pleno de la Comisión Trilateral. Estas conclusiones serán presentadas mañana por los tres presidentes de la organización: David Rockefeller, George Berthoin e Isarnu Yamashita.

Según los tres ponentes, este documento estaba iniciado antes de la reunión de septiembre de los ministros de Finanzas de los cinco grandes (Estados Unidos, Japón, Grart Bretaña, República Federal (le Alemania y Francia), en el hotel Plaza de Nueva Yotk y, por supuesto, antes de la cumbre de Tokio, lo que demostraría la sintonía de los documentos de la Trilateral sobre lo que está ocurriendo en el mundo. Efectivamente, los temas a debate de la organización se encargan con bastante tiempo de antelación y se pretende que tengan una presencia en el medio plazo, no en lo cotidiano.

Ante la crítica de que la Trilateral había perdido influencia respecto al periodo en el que Carter fue presidente de los Estados Unidos, David Rockefeller, en unas declaraciones efectuadas ayer, recordó que también ahora la Comisión tiene chance dentro de la Casa Blanca. Entre otros, George Bush, vicepresidente estadounidense, y Gaspar Weinberger, secretario de Defensa, fueron miembros de la organización, en la que figuran con asterisco, esto es, en excedencia. "La Trilateral facilita que sus conclusiones caminen en una sóla dirección", afirmó Etienne Davignon.

Según el antiguo vicepresidente de la Comisión Europea, ningún país, ni siquiera Estados Unidos, puede mandar en solitario en la economía mundial. Por ello buscamos fórmulas de cooperación". Estas fórmulas habrán de ser chequeadas en la guerra comercial que enfrenta a los Estados Unidos con Europa y a Japón contra todos. Según Bergsten, todos somos pecadores; mientras existan desequilibrios tales como el enorme déficit comercial de los Estados Unidos junto a los excedentes en la balanza por cuenta corriente de Japón o Alemania Federal, habrá guerras comerciales. Se trata de paliar estos desequilibrios y, -también, de rectificar la política de subvenciones de los productos agrícolas"., La persistencia en los desequilibrios comerciales y en las subvenciones, puede generar una tendencia al proteccionismo absolutamente nociva paria todos los intereses, incluidos los del Tercer Mundo, que no podrán aumentar sus exportaciones y, por consiguiente, tampoco podrán crecer y pagar su deuda externa".

Japón, muy acusada de proteccionismo, ya ha puesto en marcha un dispositivo para abrir su economía y reducir el excedente de la balanza comercial, según Miyazaki. El plan consta de cinco medidas: estímulo de la demanda interna; aumento del mercado de las importaciones; transformación de: la estructura industrial; una moneda nacional -el yen- más estable; y el aumento de la cooperación internacional, sobre todo con los países en vías de desarrollo.