La reducción del coeficiente de inversion se efectuará mediante una menor financiación al crédito oficial
El Ministerio de Economía y Hacienda estudia en estas semanas la fórmula para modificar a la baja el actual nivel de coeficientes de inversión obligatoria de bancos y cajas de ahorro. La modificación de dichos coeficientes, aunque deseada por buena parte de la Administración, plantea problemas de instrumentación concreta, ya que todavía no se sabe a ciencia cierta cuál va a ser la evolución de los pasivos computables de las instituciones financieras sobre los que se calcula posteriormente el volumen de dinero destinado a financiación obligatoria. En todo caso, la reducción de los coeficientes se hará a partir de la menor necesidad de emisión de, cédulas para inversión que tienen que suscribir bancos y cajas.
Las instituciones financieras tienen que destinar obligatoriamente un porcentaje de sus pasivos a inversiones establecidas por la Administración. El coeficiente de caja es en la actualidad el 18% de los pasivos, y se deposita en el Banco de España. El coeficiente de control monetario, en la actualidad en el 10%, se utiliza para adquirir pagarés del Tesoro. El resto de los depósitos cautivos, en torno al 20% en bancos y algo superior en las cajas de ahorro, lo componen diversas inversiones obligatorias-cédulas del Tesoro para financiar el crédito oficial, préstamos a viviendas para el cumplimiento del plan cuatrienal, financiación de exportaciones, bienes de eauipo...- que serían las modificables a la baja en la actualidad.El crédito oficial, por ley, se financia en una parte importante de aportaciones presupuestarias, cuyos fondos proceden de la emisión de cédulas, para inversión -que suscriben bancos y cajas de ahorro- o de anticipos del Tesoro directamente. Desde 1983 estas aportaciones del Tesoro vienen siendo decrecientes como consecuencia de los mayores cobros de operaciones concedidas anteriores y también de la menor demanda de crédito existente. Las dotaciones máximas fueron de 282.000 millones de pesetas en 1983, descendiendo hasta 166.000 millones en 1985 y con unas previsiones para 1986 de 55.000 millones de pesetas, una cantidad menor en 1987 y nulas a partir de 1988. Estas dotaciones del Tesoro son todavía necesarias porque el Instituto de Crédito Oficial (ICO) paga el 7,25% de interés por las cédulas emitidas al Tesoro y hasta el año próximo no podrá hacer frente de manera efectiva a estos pagos en su totalidad. Para 1986 las previsiones de pago de intereses superan los 101.000 millones de pesetas cuando deberían alcanzar la cifra de 156.000 millones.
Dotaciones al ICO
La diferencia entre intereses devengados e intereses efectivamente abonados -55.000 millones de pesetas en 1986- es exactamente la cifra de dotaciones del Tesoro que necesita el ICO en este año. Estas dotaciones se obtienen por el cumplimiento del coeficiente de inversión obligatoria de bancos y cajas de ahorro mediante la suscripción de cédulas para inversión. Si estas emisiones no son suficientes, el Tesoro aporta directamente el resto. Las emisiones de cédulas supusieron en 1985 un total de 112.000 millones de pesetas, y en el año actual serán una cifra muy inferior, en torno a 70.000 millones de pesetas, aunque no se sabe todavía la cuantía exacta.La transformación de buena parte de los depósitos de bancos y cajas en pagarés del Tesoro sin saber hasta dónde puede producirse esta sustitución impide hacer los cálculos exactos. La caída del volumen de cédulas se producirá también por el calendario de adaptación del coeficiente decidida el pasado año.
Hasta 1985 los bancos tenían que destinar a adquirir estas cédulas el 13,5% de sus pasivos computables, y las cajas, el 3,25%. La modificación del coeficiente preveía que en el plazo de cinco años el coeficiente se colocara en el 8,5% para todas las instituciones. La fórmula elegida para llegar a ello establecía que los bancos y cajas tendrían que destinar el 8,5% del crecimiento de su pasivo para comprar estas cédulas. El propio crecimiento del pasivo y el menor porcentaje destinado a cédulas reducirían el coeficiente durante el período de adaptación.
El hecho de que a partir de este año se vayan a necesitar con toda seguridad menos cédulas que dinero precise el ICO es lo que ha movido al Ministerio de Economía a plantearse la posibilidad de modificar el actual nivel del coeficiente por ser excesivo. Las alternativas son reducir drásticamente el nivel actual -situado ahora en el 11,5% del pasivo de la banca y en algo más del 5% en las cajas- y mantener el calendario posterior o terminar antes el proceso de adaptación mediante reducciones semestrales mayores que en la actualidad.
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