Juan Durán-Lóriga será nombrado nuevo embajador en París

El diplomático Juan Durán-Lóriga Rodrigáñez, de 60 años de edad, será nombrado embajador en París, en sustitución de Joan Reventós, candidato socialista al Senado por la circunscripción de Barcelona, según informaron ayer fuentes diplomáticas españolas. Estas fuentes añadieron que el nombramiento puede retrasarse aún hasta después de las próximas elecciones legislativas del 22 de junio.

El propio presidente del Gobierno español, Felipe González, había anunciado ya que sería un diplomático de carrera el que sustitúyese a Reventós, embajador político. Fuentes diplomáticas,añadieron que aún no se había pedido el plácet al Gobierno francés para Durán-Lóriga, ya que su predecesor, Joan Reventós, acaba de llegar a España.Durán-Lóriga es, desde junio de 1983, embajador en Noruega. Anteriormente, y desde febrero de 1982, lo había sido en la República Federal de Alemania. Previamente había dirigido dos embajádas más: Guinea Ecuator¡al, en sus primeros 12 meses de independencia -a partir de octubre de 1968-, y Jordania, de 1969 a 1974.

El futuro embajador en París ingresó en la Escuela Diplomática en 1950. Posteriormente desempeñó puestos en los consulados españoles en Amberes, Bruselas y Jerusalén, así como en la Embajada en Washington.

Tras ser embajador en Guinea Ecuatorial y Jordania, fue nombrado en 1976 director general de América del Norte y Extremo Oriente. En 1979 pasó a ser director general de Política Exterior para Europa y Asuntos Atlánticos, cargo en el que continuó hasta 1982, cuando se hizo cargo de la Embajada en Bonn.

El predecesor de Durán-Lóriga ha sido hasta hace pocos días el presidente del Partit dels Socialistes (PSC), Joan Reventós, quien ya el pasado mes de octubre anunció sus deseos de abandonar la Embajada de España en París para volver a la política catalana, en la que se había iniciado como dirigente de Convergencia Socialista, grupo que posteriormente se sumó al PSC-PSOE.

Antes de hacerse cargo de la Embajada en París, Reventós declaró que no había aceptado este destino bajo "ningún tipo de presión".

El líder socialista catalán salía así al paso de los rumores que afirmaban que su nombramiento había sido hecho para alejarle de la política catalana.