Malestar en Olivares por los daños causados en las obras de acondicionamiento de la zona
La Diputación de Granada retiró el martes los efectivos humanos y técnicos que acondicionaban una zona de Olivares -ante el malestar de sus dueños- para ubicar las viviendas prefabricadas que deben albergar a las 70 familias cuyos domicilios quedaron inservibles por el corrimiento de tierras que afectó a dicho pueblo, de 1.000 habitantes.
La decisión responde al anómalo y tenso desarrollo de los trabajos, debido al malestar de los dueños de los terrenos de la localidad, que ven cómo se talan árboles y se destrozan algunos cultivos sin que haya mediado hasta el momento ninguna resolución expropiatoria oficial.La zona elegida para ubicar las viviendas por la comisión de seguimiento de la catástrofe de Olivares responde al nombre de Erillas del Rey y es propiedad de cuatro personas. El vicepresidente de la Diputación, José Luis Medina, remitió por escrito al gobernador civil la decisión de retirar al personal y las maquinarias hasta "la pronta resolución" de las diferencias surgidas entre la Administración y los dueños de los terrenos. Al parecer, los propietarios no fueron informados de la expropiación debido a su carácter urgente.
El decreto de expropiación, sin embargo, está prácticamente listo y se ampara en la ley del 21 de enero de 1985, que permite la adopción de medidas excepcionales como consecuencia de siniestros. Según la citada ley, los propietarios deberán ser indemnizados. Para el jefe del servicio de asistencia del Ministerio de Obras Públicas, el orden de prioridad se estableció en primer lugar para evitar los riesgos humanos y materiales, y en segundo, para solventar los trámites burocráticos de la expropiación, "que eran secundarios frente a los peligros potenciales".
Protestas y trabajo
Los propietarios de los terrenos intensificaron sus protestas cuando el personal de la Diputación acometió los trabajos en la zona. Este hecho motivó una reunión urgente entre los organismos que forman parte de la comisión de seguimiento y los afectados, con el propósito de hallar un acuerdo para asegurar la continuidas de las obras.Por su parte, el alcalde de Moclín (término municipal que abarca a Olivares), José Prieto, admitió el derecho de los propietarios a velar por sus intereses, pero reiteró que propondría movilizaciones vecinales si, "por unas u otras razones, se perjudica a la celeridad de los trabajos".
Según el vicepresidente de la Diputación de Granada, José Luis Medina, las faenas de preparación del terreno debían haber concluido en una semana, "pero era imposible trabajar a lo largo de todo el día en medio de las protestas de los propietarios". José Luis Medina no quiso culpar a nadie de los problemas surgidos y calificó como normal que durante las obras se hayan estropeado algunos árboles para poder allanar el terreno.
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