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La ausencia de Siria en la reunión preparatoria liquida las esperanzas de que se celebre la 'cumbre' árabe de Fez

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIAL, Siria y Líbano estuvieron ayer ausentes de la reunión de ministros árabes de Exteriores en Fez (Marruecos), en la que se debe decidir sobre la celebración de una cumbre de jefes de Estado, que ayer parecía muy improbable. El representante marroquí, Abdelatif Filali, dijo anoche que la reunión seguirá hoy y que han sido presentadas "nuevas propuestas". El secretario de la Liga Árabe, Chadli Klibi, inauguró la reunión e hizo un llamamiento a los asistentes para "reconstruir la solidaridad árabe sobre bases sólidas y comprometerse a respetar las reglas de disciplina que exige esta solidaridad para ser duradera".

Hasta minutos antes de la reunión se llevaron a cabo gestiones para intentar conseguir la participación de Siria, que se negó a asistir por discrepancias sobre el orden del día de una eventual cumbre de Jefes de Estado. Siria quiere que esta cumbre se dedique exclusivamente a analizar el bombardeo norteamericano contra Libia, y se niega a discutir sobre el conflicto irano-iraquí, en el que Damasco apoya al régimen del ayatollah Jomeini contraviniendo la decisión del pleno de la Liga Árabe.La ausencia de Líbano se debe a que su primer ministro y ministro de asuntos Exteriores, Rachid Karame, viajó ayer a Damasco en lugar de a Fez. El país convocante de la cumbre, Libia, que mantiene la misma posición que Siria sobre el orden del día de la reunión de jefes de Estado, sí envió una delegación presidida por su ministro de Asuntos Exteriores, Kamel al Mansur.

Otros países -entre ellos Argelia y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)-no enviaron a sus responsables de Exteriores. La ausencia que más llama la atención entre todas éstas, la del jefe de la diplomacia palestina, Faruk Kadumi, se explicaba en Fez como la demostración del poco interés que la OLP tiene actualmente por una cumbre árabe. Todas estas ausencias y la persistencia de criterios distintos sobre el orden del día convierten en una quimera la posibilidad de una cumbre.

Libia tenía previsto plantear en la reunión de ministros, que no había concluido a la hora de cerrar esta edición, que la cumbre se celebre sobre su territorio, lo que casi equivale a decir que no se celebre. Fuentes semioficiales saudíes reconocían ayer que "es muy difícil imaginar a los países del Golfo, a Jordania o a Túnez, en una reunión que se desarrolle en Libia".

Fuentes de la Liga Árabe no descartaban que una gestión de última hora del rey Hassan II de Marruecos consiga desbloquear la negociación; y advertían que, pese a la ausencia de Siria, la cumbre puede ser convocada por los otros 20 países de la Liga.

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El líder del frente conservador del mundo árabe, Arabia Saudí, no parece, sin embargo, según fuentes de ese país, dispuesto a repetir la experiencia de la última cumbre extraordinaria, celebrada en agosto del año pasado en Casablanca y a la que faltaron los presidentes de Siria, Libia y Yemen del Sur y el rey Fahd de Arabia Saudí.

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