La guerra de 1936

El corresponsal de EL PAÍS en Nueva York nos acaba de informar sobre la conmemoración por parte de la Brigada Lincoln del 50º aniversario de la guerra de España.Que dicha brigada conmemore tal acontecimiento es cosa suya pero lo que me parece escandaloso es la presencia en tales actos de los representantes oficiales de España. El embajador español, señor Morán, allí presente, declaró: "Ha sido tina manifestación entrañable de los restos de la historia". Pero no, señor Morán, no se trata de "los restos de la historia"; no han conmemorado ustedes la batalla de Lepanto, sino una guerra terrible, de la que aún quedarnos muchos testigos vivos que sufrimos sus consecuencias. Y cuanolo digo sufrimos incluyo, por supuesto, a ambos bandos.

A este acto, completamente partidista (y digo partidista porque estuvo promovido por una sola de las partes que protagonizaron la guerra civil), no sólo acudieron el embajador señor Morán y el cónsul en Nueva York, sino que el Gobierno español envió desde Madrid al diplomático don Carlos Alonso Zaldívar -ex comunista- para realzar más dicho acto. De esta manera, el Gobierno del PSOE, para mayor inri, gasta el dinero de todos los españoles en un acto sectario, afin a su propia ideología.

Si este año los falangistas -pongo por caso- decidieran conmemorar a su manera la guerra de 1936, ¿acaso el Gobierno tendría la amabilidad de enviar a algún funcionario ex falangista (¡debe haber más de uno!) a participar en tal conmemoración?

Pienso que sólo hay una forma buena de conmemorar aquella guerra: no conmemorarla. ¿Para qué sirve hurgar en heridas aún no cicatrizadas? Aunque no pretendo olvidar la lección del año 1936, y que es que los sectarismos de unos y de otros nos llevaron a aquella inmensa tragedia. Espero que el Gobierno del PSOE rectifique su política sectaria. Por si acaso, se lo recordaré de nuevo en las próximas elecciones.-