Gaddafi asegura que una guerra con Estados Unidos implicaría a Italia y España

El coronel Muammar el Gaddafi aseguró ayer a un reducido grupo de periodistas que, si se produce una guerra entre Libia y Estados Unidos, tanto España como Italia y los países árabes que den cobertura a la VI Flota estadounidense se verían implicados. En opinión de Gaddafi, un conflicto que sitúe a Libia frente a la VI Flota y a las bases norteamericanas en Europa no provocaría la intervención de la Unión Soviética, pero, si se suman otros países, "los soviéticos no se quedarían cruzados de brazos".

El líder libio dijo que, de producirse una nueva agresión contra su país, "todas las amenazas anunciadas hasta ahora se cumplirían" y precisó que "el Mediterráneo se convertiría entonces en una zona de conflicto permanente que daría lugar al bloqueo de los transportes marítimos y aéreos" precisó: "Vamos a incitar al pueblo norteamericano a que derribe a Ronald Reagan y a su loca Administración. Y en case, de que haya nuevas agresiones vamos a propagar la violencia contra América, no sólo hacia objetivos militares, sino también civiles de todos los continentes".Gaddafi conversó ayer con un grupo de periodistas, entre ellos el corresponsal de EL PAÍS, a los que contestó varias preguntas, a veces con evasivas, por espacio de 20 minutos. Preguntado por su supuesto apoyo al terrorismo internacional, respondió: "Es una historia muy vieja. Se trata de una justificación para promover la agresión contra Libia. Nosotros somos un país independiente y estamos dispuestos a participar en una cumbre para combatir el terrorismo. No nos podrán condenar, pero a Reagan sí. És él quien ejerce el terrorismo oficial".

El líder libio recibió a los periodistas del pie, al aire libre, muy al estilo de las declaraciones que organiza Reagan en el umbral de la Casa Blanca. Vestía Gaddafi uniforme de coronel del Ejército libio y se cubría con una boina negra. Calzaba unos mocasines de piel de cocodrilo y, en el tiempo en que se sometió a las preguntas, se entretuvo con un puntero plegable, de los que se utilizan para señalización en cartografía militar.

Gaddafi recibió al grupo de periodistas (cuatro norteamericanos, dos yugoslavos, un japonés, un sirio, un soviético y un español) sobre las 15.00 horas, ante su tienda de beduino, donde tiene instalado el despacho.

Medidas de seguridad

Las medidas de seguridad en la fortaleza de Bab El Azyzia, de Trípoli, donde reside y trabaja Gaddafi, son impresionantes. El Ejército custodia el recinto y los accesos se encuentran protegidos por carros de combate, camuflados en refugios especiales.

Gaddafi respondió con una carcajada cuando se le preguntó por la existencia de una supuesta carta dirigida a la representación libia en la República Federal de Alemania, con instrucciones previas al atentado contra la discoteca de Berlín oeste del pasado sábado.

Tras señalar que no negociará con EE UU "hasta que ponga fin a su terrorismo oficial", Gaddafi aseguró que al pueblo libio no le importan las pérdidas del golfo de Sirte. "Hemos bautizado la línea de la muerte con nuestra sangre", dijo. Y añadió: "La estrategia de Estados Unidos es mantener un mundo árabe dividido, como ahora, y hacer de Israel una potencia. Pretende someter al mundo árabe al capitalismo y a la explotación, pero nosotros somos independientes y, además, estamos prestando un servicio a la Unión Soviética, porque luchamos contra su enemigo natural".

Gaddafi aseguró que la Administración norteamericana ha señalado con el dedo a Libia como promotora de atentados terroristas en el mundo, pero que de momento él no había dado órdenes en este sentido. De producirse una nueva agresión, según el líder libio, se darán órdenes a los grupos solidarios con Trípoli y al comando panárabe de fuerzas revolucionarias. "Entonces empezaremos con la violencia de Estados Unidos en todo el mundo", dijo.

Gaddafi no hizo referencia concreta a la expulsión de diplomáticos libios de la RFA, aunque dijo, al ser preguntado por esto, que la estrategia norteamericana es poner por delante a los países europeos. "Si hacen caso a Estados Unidos, perderán. Libia es un país rico en gas, petróleo y minerales, y hay grandes proyectos de los que sacan beneficios las compañías europeas".