Proyecto para acabar con las desigualdades presupuestarias entre las diversas universidades
La Secretaría de Estado de Universidades ha ultimado el proyecto de plantillas universitarias, en cumplimiento de las previsiones de la ley de Reforma Universitaria (LRU). Dicho proyecto, que requerirá unos cinco o seis años para su cabal cumplimiento, acabará con la desigualdad existente entre las dotaciones de profesorado de las diversas universidades españolas, supondrá una progresiva disminución de la actual ratio (número de alumnos por profesor) y, según el titular de la secretaría de Estado, Juan Manuel Rojo, contribuirá a la "máxima profesionalización del profesorado".
El secretario de Estado de Universidades e Investigación explicó ayer en una conferencia de prensa las grandes líneas del proyecto de plantillas universitarias, que ha sido remitido ya a los consejeros de Educación de las comunidades autónomas con competencias plenas en materia universitaria, a la comisión académica del Consejo de Universidades -compuesta esencialmente por los rectores- y a las centrales sindicales.Juan Manuel Rojo dijo que si se prevé un plazo de cinco a seis años para que todas las universidades tengan cubiertas plenamente las necesidades de profesorado (que tal es el objetivo fundamental del proyecto) es porque se pretende no cerrar las posibilidades de incorporación a los que en estos momentos se están preparando para dedicarse a la docencia y a la investigación en la Universidad.
Otra razón fundamental para el establecimiento de este plazo es que, si se pretendiese consolidar las plantillas de todas las universidades en un solo año, se estaría actuando sobre una estructura que necesariamente va a experimentar un cambio importante dentro de dos años, cuando las universidades concluyan el actual proceso de reforma de sus planes de estudio.
Modelo no obligatorio
"Las necesidades de cada universidad seguramente serán muy distintas entonces", subrayó el secretario de Estado, quien puntualizó que el modelo global de plantillas que contempla el proyecto de la Administración no es obligatorio en modo alguno, puesto que cada universidad es autónoma para elaborar su propia estructura y hacer la distribución interna de su profesorado que más le convenga, aunque siempre dentro de los márgenes establecidos por la ley. Así sucede con el porcentaje máximo de profesores asociados que establece la LRU, que es de un 20% sobre la plantilla real. Añadió que, no obstante, las propias universidades han dicho que preferían contar con un modelo general como el que ahora se les ofrece, aunque sólo sea como punto de referencia.Entre los rasgos más sobresalientes del proyecto de la Administración, Juan Manuel Rojo, destacó que la ratio universitaria española se va a aproximar a las de los países occidentales con los que tendemos a semejarnos. Esta circunstancia ya ha empezado a advertirse en el período comprendido entre 1982 y 1985, como consecuencia de haber aumentado en 7.500 millones de pesetas las dotaciones presupuestarias para el capítulo de ampliación de plantillas.
Para consolidar el modelo del proyecto, que supondrá la incorporación de unos 4.000 profesores más a las plantillas actuales de la Universidad española, se calcula una inversión anual de unos 4.000 millones de pesetas durante el previsto período de cinco a seis años. Otra característica del proyecto es que opta por un profesorado con la máxima dedicación, lo que supondrá una mayor profesionalización del mismo. Juan Manuel Rojo cree que la dedicación del profesorado es una circunstancia necesaria, aunque no sea la única, para empezar a hablar de calidad de enseñanza.
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