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Tribuna:DEBATE SOBRE RELIGIÓN Y PAZ
Tribuna
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'Constructores paz' y los clérigos de 'doble devoción'

El documento de los obispos españoles Constructores de la paz y la nota anterior del secretariado de la Conferencia Episcopal sobre el referéndum han suscitado distintas reacciones, que son analizadas por el autor de este artículo. Entre ellas hace notar, y rebate, las opiniones de los clérigos de dos devociones.

Al leer en este periódico el pasado lunes 10 de marzo de 1986 el artículo de Gianni Baget-Bozzo sobre La Iglesia y los problemas militares recordé de inmedito una conversación con Jesús Aguirre 20 años antes, en las semanas siguientes a la capuchinada (véase EL PAÍS del domingo 9 de marzo de 1986). Los amigos alemanes de ambos trataban por aquellos días de ayudarnos -desde Múnich- a quienes en la Universidad luchábamos para acelerar el adviento de la democracia. Ya no recuerdo si la frase fue de Jesús Aguirre o mía. La experiencia, entre lo amargo y lo cómico, y la reflexión eran compartidas: "Desde Múnich disparan sobre nuestros adversarios y nos pulverizan a nosotros".Un comentario parecido me brotaba tras la lectura del inteligente y bienintencionado artículo del clérigo italiano, diputado en el Parlamento Europeo por el Partido Socialista Italiano: "Este hombre no se ha enterado. En vuelo desde Milán a Estrasburgo, apunta a la Almudena y destroza El Escorial". Efectivamente, su artículo publicado el pasado 9 de marzo ignora en absoluto el extenso documento de 47 folios Constructores de la paz, dado a conocer por la Conferencia Episcopal Española el 28 de febrero. El documento de los obispos españoles resulta ser para, él la nota de la secretaría general de la Conferencia publicada 23 días antes, el 14 de febrero. Una nota de carácter sumario, de rango menor y de intencióntian limitada como concreta. Puesto que esa nota se divulgaba ante todo para que el documento grande pudiera publicarse incluso antes del referéndum, sin que pudiera ser interpretado como injerencia episcopal en el confuso y apasionado debate. La impresión que produjo, sin embargo, el artículo de Baget-Bozzo (¿que se quiso quizá producir con su publicación?) es la de que hablaba del documento grande, de Constructores de la paz.

Ambigua e insuficiente

También a mí la nota -leída en Roma el 17 de febrero- me pareció ambigua e insuficiente. Y lo hubiera sido, en definitiva, de no aparecer el documento grande antes del referéndum. Artículos como los de Baget-Bozzo no se escriben, por tanto, en vano, y brindan a nuestros obispos un aprendizaje importante. Mensajes complejos no pueden enviarse a la opinión pública por partes. La opinión pública es más simple. Percibe cada uno de los fragmentos del mensaje como un todo autónomo y extrae las consecuencias. La lectura verosímil, en este caso, pudo ser así: "A los obispos no les gusta la pregunta del Gobierno; aceptan, pues, también como válida la abstención recomendada por el jefe de la oposición (y así la legitiman)". Don Manuel Fraga se apresuró, por supuesto" a leer así. Es también la lectura que, con 23 días de retraso, hace Baget-Bozzo (¡qué lejos vuelan los aviones Milán-Estrasburgo!). Felipe González, en cambio, tuvo uno de sus mejores reflejos la noche del 15 de febrero, al reconocer en Informe semanal que, efectivamente, como decían los obispos, "la pregunta es compleja". Que él, personalmente, iba a tratar de explicarla mejor, casi durante un mes (y es que la Moncloa cae, en definitiva, más cerca que Estrasburgo y Milán).

Después de conocer Constructores de la paz, la argumentación de Baget-Bozzo se cae sola, y aparece su deseo, y ése sí queda. Porque los obispos españoles no callaron, como había callado el episcopado italiano y el articulista temía se repítiera con la Conferencia Episcopal Española. Se han pronunciado (y, a mi juicio, no en forma tan abstracta como denunciaba un editorial de EL PAÍS del 1 de marzo, que se leyó en provincias y en Madrid fue sustituido por otro sobre el magnicidio de Olof Palme). Lo que ocurre es que los obispos se pronuncian, pero no partidísticamente. Y esto es lo que hubiera deseado Baget-Bozzo, como revela esta afirmación clave de su artículo: "Sobre el tema más netarnente moral (la independencia nacional y el armamento nuclear), la declaración no dice nada en absoluto. Sobre este punto, sí hubiese hablado sin parcialidad, podría haber favorecido de hecho al Gobierno".

No tan abstracto

En el fondo, es lo que les reprochaba también, en mi opinión, el semifrustrado editorial de EL PAÍS al que me he referido. Los obispos, en cambio, habían escogido otro modo de hablar sobre la paz. Dejando que las fuerzas políticas decidieran por sí solas, como lo hemos hecho, lo debatido en el referéndum. Y preguntándonos qué vamos a hacer por la paz, dentro y hacia fuera, con lo decidido el día 12 de este mes.

Hay una contraprueba evidente de que Constructores de la paz (del que Baget-Bozzo no sabía nada) no es tan abstracto. Es la reacción del vicario general castrense, aparecida en la revista Época precisamente con fecha de 12 de marzo y, por tanto, abriendo un debate para después del referéndum. También a monseñor Estepa le hubiera gustado que al tratar de la paz hubieran proporcionado a la opinión pública "un tratamiento más expreso y más amplio de apoyo a las fuerzas de seguridad". Le hubiera gustado que quedara más claro, que "los dos bloques no son en modo alguno equiparables". De forma que, en su opinión, "el texto no contribuye a su finalidad, que es la pacificación". Quizá queda claroque es un texto a leer. Sin duda, podría ser bastante mejor. A mí me parece bastante bueno como estreno. De pasada, merece la pena caer en la cuenta de que las bienintencionadas interpretaciones del presbítero y parlamentario socialista y del vicario general castrense evidencian la estructural dificultad que para simpatizar con la enseñanza de los obispos experimentan los clérigos divididos entre dos devociones. Les gustaría que, al hablar imparcialmente sobre la paz, los obispos "favorecieran de 'hecho" a su otra devoción, bien sea el Gobierno, o las fuerzas armadas, o la Europa occidental...

No les resulta fácil sustraerse a un conflicto de devociones.

SJ, es catedrático de Teología.

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