El Papa elogia al Opus, mientras crece la polémica en Italia sobre la prelatura
El papa Juan Pablo II dio ayer su apoyo explícito al Opus Dei en una audiencia concedida a 4.000 profesores y alumnos miembros de la organización que pertenecen a 400 universidades y 42 países. "Sé muy bien que la prelatura Opus Dei da a sus miembros, sacerdotes y laicos, y a todos los que se acercan a su apostolado una profunda formación cristiana, favoreciendo el ejercicio de la libertad y de la responsabilidad personales en las elecciones temporales".A este discurso se añade el hecho de que el papa Juan Pablo II haya nombrado un nuevo obispo de la obra en plena polémica sobre la institución fundada por José María Escrivá de Balaguer. El nuevo obispo del Opus es Alfonso Delgado Evers, de 43 años, nombrado para la diócesis argentina de Santo Tomé. Delgado Evers es ingeniero agrónomo y se doctoró en Teología en la universidad de Navarra.
La polémica sobre la prelatura se avivó con la una información, esta vez del semanario Panorama, que afirmó que el presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, ha dado ya órdenes a los ministros del Interior y de Defensa, Luigi Scalfaro y Giovanni Spadolini, respectivamente, para que a través de los diversos servicios secretos y los carabineros envíen a la presidencia del Gobierno toda la información posible sobre la organización de Escrivá de Balaguer en Italia.
Debate parlamentario
Con dicho material, el presidente Craxi deberá después presentarse al Parlamento para informar sobre el asunto, como han pedido los partidos de la izquierda y para poder abrir un debate.El problema mayor es saber qué significa realmente ser una asociación secreta en Italia. La Constitución las prohíbe, pero no existe una ley concreta que especifique lo que se entiende por verdadera asociación secreta. En el caso de la Logia P-2 de Licio Gelli, el entonces presidente del Gobierno, Giovanni Spadolini, tras hacer estudiar el caso a una serie de expertos, decretó que la P-2 entraba en las asociaciones prohibidas por la Constitución y la disolvió.
Mientras tanto, la polémica surgida en el Parlamento italiano sobre el Opus se ha dilatado, llegando al Parlamento Europeo, donde el eurodiputado socialista Enzo Martina, famoso sindicalista, ha hecho una interpelación al Parlamento de Estrasburgo para que aborde también la espinosa cuestión del Opus como institución secreta.
El Opus, por su parte, sigue inundando las agencias de desmentidos con un mismo común denominador que es su tesis de fondo: la institución como tal persigue sólo fines espirituales y no puede intervenir en política ni en negocios. Si lo hacen sus miembros concretos, lo realizan a título personal y bajo su propia responsabilidad. Es, dicen los del Opus, como si por el hecho de que dos jesuitas militen en una guerrilla suramericana se pudiese decir que la Compañía de Jesús hace la guerrilla y, por tanto, acción política revolucionaria.
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