Los documentos devueltos por Estados Unidos demuestran la corrupción de Marcos
El nuevo Gobierno de Filipinas ha obtenido una importante victoria al hacerse cargo de 2.300 documentos del depuesto presidente, Ferdinand Marcos, que habían sido requisados por EE UU y que ponen al descubierto el alto grado de corrupción del régimen caído.
Jovito Salonga, que encabeza una comisión que investiga los bienes de Marcos, ha recibido en Washington 2.300 documentos requisados al ex dictador cuando entró en EE UU tras su caída a fines de febrero. Copias de los mismos documentos han sido entregadas a un comité de la Cámara de Representantes que ha iniciado una investigación sobre los bienes inmobiliarios de Marcos en EE UU.Salonga declaró ayer que los documentos demuestran que Marcos había robado fondos públicos que podrían sumar entre 5. 000 millones y 10.000 millo nes de dólares (entre 750.000 millones y 1.500.000 millones de pesetas). "Estamos enfadado con Marcos, atónitos, y en cierta manera nos da pena", dijo Salonga. "No imagino cómo esto puede ocurrir, esta increíble avaricia".
Según uno de los documentos, Marcos hizo contribuciones de 50.000 dólares (unos siete millones de pesetas) a las campa ñas electorales de los presidentes Carter y Reagan. Sin embargo, este documento carece de las firmas y sellos acostumbrados, y varios congresistas norteamericanos han puesto en entredicho la alegación. La Casa Blanca negó que Reagan recibiera dinero de Marcos. Las contribuciones políticas de parte de extranjeros son ilegales en EE UU.
Comisiones ilegales
Los documentos demuestran que compañías norteamericanas y japonesas pagaron sobornos, en forma de comisiones, a altos cargos filipinos, por conceder contratos comerciales. Entre éstos figura una comisión de ocho millones de dólares a la Westinghouse, que recibió un contrato para construir una central nuclear en Filipinas. Por otra parte, el ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas filipinas, Fabián Ver, ha comparecido ante un tribunal federal que investiga supuestas corrupciones en la asignación de contratos de defensa norteamericanos.Mientras tanto, en Manila, se celebró el segundo consejo de ministros del nuevo Gobierno. Aquino anunció una pequeña reducción -considerada más bien simbólica- en el precio del petróleo y derivados, con el fin de conseguir precios más bajos en el transporte y productos manufacturados. También apeló a los hombres de negocios para que colaboren para dar un nuevo impulso a la economía, que sufre los efectos de lo que describió como una "gerencia desastrosa y criminal".
Aquino recibió ayer un informe sobre la posibilidad de gobernar con poderes revolucionarios, pero anunció que demorará esta decisión hasta la semana próxima. Tras la caída de Marcos, a finales de febrero, el Gobierno se enfrenta a una crisis constitucional: la Asamblea Nacional, dominada por partidarios de Marcos, decretó tras los comicios que éste ganó las disputadas elecciones y se negó a reconocer la presidencia de Aquino.
Mientras Marcos busca un país que le dé asilo definitivo, las Embajadas de Filipinas en el extranjero han facilitado a las policías de aduana una lista negra de personas de su séquito, a las que les han sido cancelados sus pasaportes. Por su parte, el cardenal de Manila, Jaime Sin, declaró ayer que ha rezado para que el ex dictador no se suicide. El cardenal, uno de los más importantes opositores al antiguo-régimen, declaró: "Recé por él porque, normalmente, cuando los dictadores dimiten, se suicidan. (...) Gracias a Dios, todavía sigue con vida".
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