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El 'volcán' gitano de la Quinta Julieta

La Quinta Julieta es un poblado de casas blancas donde viven 140 familias gitanas que en 1982 dejaron sus viviendas de lata, dentro de un plan para erradicar el chabolismo de Zaragoza. Cuatro años después se comprueba que no era la mejor solución al problema de estas familias. Los vecinos del barrio de La Paz, próximo al poblado, han pedido el desmantelamiento de éste por considerar que su presencia es la causa de un alto índice de delincuencia. Los moradores de la Quinta Julieta viven asustados ante posibles represalias de los payos.

Algunos habitantes de la Quinta Julieta -en el que viven unas 850 personas- han anunciado ya que abandonaran sus casas y se irán, a vivir en chabolas si no se soluciona. el problema, que creen que es obra de unos pocos delincuentes. En este clima de tensión, el martes de la semana pasada se produjo un grave y confuso incidente, al enfrentarse algunos gitanos con fuerzas de la policía. Hubo algunos contusionados y tres detenidos. La sombra del conflicto del polígono Actur (que en 1984 provocó graves incidentes entre payos y gitanos, vecinos todos de un mismo barrio zaragozano planea sobre la Quinta Julieta y, tanto las instituciones como los vecinos, desean evitar que vuelva a repetirse tal circunstancia.El poblado de la Quinta Julieta se construyó a raíz de la firma de un convenio entre diversas instituciones (MOPU, Ayuntamiento, Diputación Provincial, Arzobispado-Cáritas y la Asociación para la Promoción Gitana), dentro de un plan piloto de erradicación del chabolismo de Zaragoza. Las familias de raza gitana, ocuparon sus nuevas viviendas en 1982. Pronto comenzaron los problemas, pues los dueños de los campos próximos al poblado denunciaron que las cosechas habían sido arrasadas. Los hurtos y robos han ido en aumento en la zona, hasta el extremo de que los vecinos del barrio de La Paz han denunciado que se llegan a Producir hasta cuatro y cinco diarios. Creen que la culpa es de la presencia del poblado gitano, y han iniciado una campaña para pedir su desmantelamiento.

"Disolución del gueto"

El pasado mes de febrero celebraron una manifestación en la que participaron unas 2.000 personas, mientras permanecían cerrados los comercios del barrio. El lema de la manifestación, que no estaba expresamente autorizada, era: "Por la defensa de nuestro barrio. Disolución del gueto gitano. Sí a la convivencia y seguridad, no a la violencia".La asociación de vecinos cree que el poblado ha roto el equilibrio entre payos y gitanos y asegura que no es un problema de racismo, sino de delincuencia, y ha solicitado reiteradamente una solución del conflicto al Ayuntamiento y el Gobierno Civil.

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza cuestiona la postura de la Asociación de La Paz, y estima que "el gueto de la Quinta Julieta se creó para hacer algo de cara a la galería por parte de la Administración, y no tuvo otra finalidad que dejar limpias Las Graveras, que se veían más". Añade que lo que se impone "no es pedir que echen a los gitanos, sino realizar un trabajo con ese grupo de personas concretas, víctimas de la droga y de la delincuencia juvenil, causantes del problema. Hacer un seguimiento serio y buscar la forma de que se rehabiliten". La Federación aboga por el diálogo como la mejor vía para solucionar el problema.

Por otra parte, la mayoría de las familias gitanas del poblado se sienten "afrentadas y humilladas", según un portavoz de la asociación gitana. La actual situación, dicen, la han provocado unas pocas familias que tienen en su seno algún delincuente y drogadicto. "No debe medirse por el mismo rasero a todo el poblado. Aquí vivimos gentes pacíficas. La policía sabe quiénes son esos delincuentes; que los detengan", señalaron fuentes de la citada asociación gitana. Algunas familias del poblado se han llega do a plantear la posibilidad de abandonar su vivienda e irse otra vez a las chabolas si no se soluciona el conflicto."Lo que no podemos hacer es enfrentarnos entre nosotros", aseguran.

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Los últimos incidentes han hecho que se vuelva a replantear la situación de las familias de la Quinta Julieta. El alcalde, Antonio González Triviño, anunció que los gitanos tendrán que pagar las tasas de agua, luz y recogida de basuras como cualquier ciudadano. Se pretende así sensibilizarlos para que. cuiden su vivienda, por la que deberán pagar un alquiler a partir de este mes de marzo. Este pago será en función de los ingresos de que disponga cada familia. Estas medidas no se habían adoptado antes por no contar con un padrón de las viviendas, pese a que los gitanos llevan viviendo en el poblado desde 1982. Esta postura fue valorada positivamente por parte de la Asociación de Vecinos de La Paz y cuestionada por los propios interesados, ya que esto supondrá que bastantes familias no puedan hacer frente a dichos pagos.

El conflicto ha servido para que surjan dudas de si la creación del poblado fue la mejor solución al problema. Jacinto Lasheras, asesor municipal para minorías étnicas, que lleva varios años trabajando en el poblado, cree que "no es lo mejor tener hacinadas en un gueto a 140 familias". Y añade: "una solución sería la reducción del número de familias y su distribución por otros puntos de la ciudad".

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