La industria textil española teme quedar en inferioridad de condiciones respecto a las naciones extracomunitarias
El mandato aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que señala la posición negociadora de la Comisión Europea en la renovación del Acuerdo Multifibras (AMF), impone a la industria textil española, que emplea a 350.000 trabajadores, un incremento de las importaciones de países terceros. Aunque la liberalización de mercado aprobada por la Comunidad es menor de lo que se esperaba, "la apertura a las importaciones de países extracomunitarios puede dejar a España en inferioridad de condiciones con respecto a algunos países terceros", según afirma Salvador Maluquer, secretario ejecutivo del Consejo Intertextil Español.En este sentido, el secretario del Intertextil español resalta que en el Tratado de Adhesión ya quedaron fuertemente restringidas las exportaciones españolas hacia la Comunidad. En el Tratado, el crecimiento de las exportaciones españolas a la CE fue limitado a un 9% para este año, un 11 % para 1987, un 13% para 1988 y un 15% para 1989. Por el contrario, según el acuerdo adoptado, las importaciones españolas procedentes de países terceros aumentarán este año en un 22%.
Intertextil envió el pasado viernes a la representación permanente de España ante la CE un telegrama, en el que manifestaba su "preocupación" ante el posible incremento de las importaciones. La propuesta aprobada por los ministros comunitarios es menos liberalizadora de lo que se temía en un principio, con lo que el mercado español queda más protegido.
Pérdida de empleo
La propuesta de la Comisión supondrá un incremento en las importaciones procedentes de países terceros hacia la Comunidad, y, en consecuencia, hacia España. Sin embargo, las expectativas de crecimiento de consumo en los doce, según Comitextil (Comité de Coordinación de las Industrias Textiles de la CE), es sólo de un 1% anual.En lo que se refiere al empleo, la industria textil española puede verse dañada por el incremento de importaciones. "Según nuestros cálculos", explica el secretario de Intertextil, "por cada nueva tonelada importada se pierde un puesto de trabajo". El pasado año España importó 2.500 toneladas, mientras que en 1986, como consecuencia de la firma del Tratado de Adhesión, se prevé un total de 12.500 toneladas. Este aumento supondría, por tanto, que si no se consigue incrementar las exportaciones podrían perderse 10.000 puestos de trabajo.
Las negociaciones entre los doce para fijar la postura de la CE ante la renovación del Acuerdo Multifibra, que fija las relaciones comerciales entre los grandes países industrializados y un elevado número de países en vías de desarrollo, comenzaron el pasado 7 de enero. En las negociaciones han existido dos posturas bien diferenciadas: los países del norte de Europa, con poco empleo textil, que abogaban por una liberalización del mercado, y las naciones con mucho empleo textil, como España, que solicitaban una apertura mucho más modesta y progresiva. Finalmente, la Comisión presentó al Consejo de Ministros una postura intermedia, que, aunque supondrá un incremento de las importaciones, no tendrá el efecto negativo que hubiera supuesto una. aún mayor liberalización del mercado para países con una industria textil fuerte, como España y Portugal.
Él próximo día 21 de marzo, los sindicatos europeos del sector textil celebrarán una manifestación en Bruselas para pedir a la Comunidad que, en la negociación del Acuerdo Multifibra, tenga presentes las llamadas cláusulas sociales.
Con ello, los sindicatos quieren impedir que los productos de países en vías de desarrollo, que son más baratos debido a que las empresas de dichas naciones operan bajo condiciones laborales mínimas, expulsen del mercado a los productos europeos, que son más caros debido a los mayores costes sociales de las industrias.
El Acuerdo Multifibra se puso, en marcha en 1974, se prorrogó por primera vez en 1977 y volvió a ser renovado en 1981.
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