Las excepciones de Gibraltar, Ceuta y Melilla

Ceuta, Melilla y Gibraltar son tres ciudades aludidas repetidas veces en los debates que surgieron en vísperas del ingreso de España en la OTAN. El PSOE acusó a UCD de firmar un cheque en blanco con la entrada en la Alianza sin pedir a cambio compensaciones sobre Gibraltar ni garantizar una modificación del Tratado de Washington que incluyera las plazas de soberanía españolas de Ceuta y Melilla, comprometiendo así a la OTAN en la defensa de la españolidad de estas ciudades. El Tratado de Washington de 1949 había sido modificado ya en 1951, cuando in gresó Turquía y se comenzó a considerar la parte asiática de este país entre los territorios en los que un ataque sería contemplado por los países de la Alianza como una agresión a todos ellos.

Según Javier Rupérez, primer embajador de España en la OTAN, incluir a Ceuta y Melilla en una modificación del Tratado de Washington no era posible, ya que la Alianza se habría negado a realizar este cambio en su documento fundacional. Rupérez considera también que las ventajas que se podrían obtener incluyendo en el tratado a las dos ciudades del norte de África también se,podían gozar sin incluirlas. Como ejemplo, el diplomático español -actual dirigente del PDP, al que se atribuye gran influencia en las posiciones que la oposición conservadora toma en temas internacionales- pone el de Argelia, que sí estaba incluido en el Tratado de Washington. Sin embargo, recuerda Rupérez, los franceses se terminaron encontrando solos en la guerra de Argelia, a pesar de que trataron de convencer a sus aliados de que aquel conflicto era una lucha contra la influencia soviética en África.

Por el contrario, afirma Rupérez, países de la OTAN ayudaron al Reino Unido en la guerra que libró contra Argentina en las Malvinas, aunque estas islas se encuentran al sur del trópico de Cáncer, límite meridional de la Alianza. Y se aduce que un conflicto hispanomarroquí no se circunscribiría al Norte de África, sino que, muy posiblemente, se combatiría también en el Atlántico, el Mediterráneo y la propia península Ibérica, mares y territorios éstos incluidos en el Tratado de Washington.