Los sondeos prevén la victoria del Gobierno de Dinamarca en el referéndum de la Comunidad Europea
Los daneses acuden mañana a las urnas para pronunciarse en referéndum sobre el Acta Unica Europea, que pretende sacar a la Comunidad Europea de su estancamiento. Los sondeos prevén una holgada victoria de quienes quieren una mayor colaboración comunitaria, en perjuicio de quienes ven en ese acta un atentado contra la. soberanía nacional.
El Acta Única Europea, aprobada el pasado mes de diciembre por la Conferencia Intergubernamental reunida en Luxemburgo, tiene por objeto último conseguir la unión europea y, para 1992, lograr un verdadero mercado interior. Para ello, los diez, con la presencia de España y Portugal, decidieron realizar ciertas modificaciones en el Tratado de Roma. El núcleo de tales cambios -excesivamente cortos para unos, y para otros demasiado avanzados- lo constituye la eliminación en determinados casos de la regla de la unanimidad, la concesión de algunos nuevos poderes al Parlamento Europeo y el establecimiento de una más estrecha política exterior.Los partidos de la oposición al Gobierno conservador minoritario danés se opusieron a esta reforma y la rechazaron en el Parlamento con el argumento de que menoscaba la soberanía nacional y pone en peligro el medio ambiente y las normas de seguridad laboral al decidirse en Luxemburgo que la mayoría rija para todo lo relativo a la aprobación de legislaciones "que tengan por objeto el establecimiento del mercado interior".
En el debate parlamentario se alinearon, por un lado, los cuatro partidos del Gobierno de coalición de centro-derecha y otros dos grupos conservadores, frente a radicales, socialdemócratas y dos partidos de izquierda tradicionalmente anticomunitarios.
Tanto los socialdemócratas, con quienes entró Dinamarca en la Comunidad Económica Europea en 1973, como los radicales son partidarios de la presencia danesa en la Comunidad, pero rechazan las reglas de la mayoría y la existencia de una mayor cooperación política.
Los sondeos predicen que entre el 60% y el 62% de la población aceptará el llamado paquete comunitario, frente a un 40%-38% que lo rechaza. En el referéndum celebrado en 1972 para decidir sobre la anexión a la Comunidad, el resultado fue del 63,3% a favor y el 36,7% en contra. Se prevé una participación que rondará el 80%, inferior al 89,5% de 1972.
El rechazo del Partido Socialdemócrata fue adoptado más por simple oposición a la política gubernamental y por el deseo de provocar la caída del Gobierno y la celebración de elecciones que por íntima convicción. Son notables los casos de disidencia en este grupo y en los sindicatos (controlados por los socialdemócratas) con respecto a la decisión de la ejecutiva. Entre la propia base del partido, el 25% va a votar en favor del paquete y la tercera parte aún no ha decidido qué hará mañana. Svend Auken, vicepresidente del partido, manifestó a mediados de enero qué serían peores para Dinamarca las consecuencias de un no que las de un sí.
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