La economía española creció cerca del 4% en la segunda parte de 1985, según Estadística

La economía española alcanzó en la segunda parte de 1985 un crecimiento real cercano al 4%, según las primeras interpretaciones del avance de la Contabilidad Nacional, publicado el viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Las cifras -2,1% de aumento en la actividad- muestran un balance global parecido al de 1984 y dos décimas inferior a la media europea. Pero se han registrado importantes cambios de ritmo a lo largo del ejercicio. También ha variado el papel de cada sector productivo o demandante. Como resultado, el consumo por habitante se ha elevado un 0,7% tras cuatro años de descensos consecutivos.

A juzgar por las opiniones recogidas en diversos servicios de estudios privados y en fuentes próximas a los autores de la Contabilidad Nacional el 2,1% de crecimiento en el Producto Interior Bruto (PIB) implica que durante la segunda parte del año la expansión ha rozado el 4%, en especial al final. Sobre el primer semestre había consenso en que la actividad fue mínima, e incluso algunos apuntaban cierto retroceso al comienzo del ejercicio. La propia Administración estimó en verano que el valor añadido, aunque mejorara después, apenas crecería el 1,1% durante todo 1985; fue entonces cuando el Gobierno decidió bajar su objetivo oficial para el año desde el 2,5% al 1,9%.

Mejorías

La estadística española carece de técnicas para dividir la Contabilidad Nacional en semestres o en trimestres. Sin embargo, sus indicadores observaron que hacia el último trimestre de 1984 se había frenado claramente el único motor que tenía por entonces el crecimiento de la producción de bienes y servicios: las exportaciones. Ahora ha ocurrido al revés, tanto en las ventas como en el consumo privado y la inversión, por lo que la comparación con finales de 1985 resulta más favorable. Además, el INE ha presumido que la mejora general de indicadores detectada al terminar el último año tendrá continuidad en los dos principales datos no conocidos el pasado día 10: el paro estimado del cuarto trimestre (fue publicada ayer) y el índice de producción industrial de diciembre (saldrá a mediados de marzo).Otro elemento que ha contribuido a elevar el avance de la Contabilidad Nacional es que el INE acaba de revisar la estructura productiva española. Hasta ahora, trabajaba con las tablas de 1970, que han sido actualizadas a 1980. En consecuencia, ha ajustado sus cálculos de los últimos años a una inversión que pesa algo más que antes, porque de 1970 a 1975 creció más de lo que descendió hasta 1980. También se ha engrosado el consumo público. Por el contrario, ha bajado el peso del consumo privado. Cambios similares se han aplicado a cada sector productivo, con avance de la industria y estabilidad de la agricultura.

Por todo ello, el balance del INE ha sido mejor que el de la generalidad de los observadores, quienes utilizaban datos menos actuales. El Banco de España acababa de subir al 1,7% su anterior estimación del 1,5% para el aumento del PIB. La patronal CEOE ha dado entre el 1,6% y el 1,8%, también algo más que en meses anteriores. El servicio de las cajas de ahorro ha estimado el 1,6%, como otros de la banca. Fuera, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) calculaba en diciembre el 1,7%.

Coincidencias

De los análisis de todas estas fuentes se desprende una coincidencia que ahora ratifica el INE: durante 1985 el consumo privado y la inversión han tomado el relevo, como motor del crecimiento, a las exportaciones. A estos objetivos tendía la política económica. Pero los datos del INE confirman que se han logrado con mayor amplitud; no solamente atribuyen unas décimas más de crecimiento al consumo y a la inversión, sino a las exportaciones.En este sentido, el avance de la Contabilidad Nacional infunde cierto optimismo ante la posibilidad de responder afirmativamente a la pregunta que se hacen la mayoría de los analistas: ¿Será capaz el consumo interno y la inversión de mantener su reciente pujanza para consolidar el crecimiento? En las últimas semanas, muchos piensan que buena parte de la mejora obedeció a fenómenos temporales, como el de invertir antes de entrar en Europa o acaparar existencias y consumo antes de pagar el impuesto sobre el valor añadido (IVA). Temen que las tensiones de precios y salarios debidas al IVA perjudiquen al consumo y a las exportaciones.

Los datos del INE señalan también mayor capacidad para el consumo privado. No sólo ha crecido el global un 1,5%, frente al descenso del 17. en 1984. El consumo por habitante se ha incremento por primera vez en los cinco últimos años, pues desde 1980 a 1984 fue insuficiente para atender a una población que crece anualmente a tasas próximas al 0,75%.