Controversia en la RFA por un nuevo paquete de leyes sobre seguridad interior
El Gobierno alemán occidental ha comenzado la tramitación de urgencia de un paquete de leyes sobre seguridad interior que da amplios poderes a la policía para el almacenamiento y tratamiento informático de dato sobre los ciudadanos y que, según la oposición, supone el primer paso hacia el control total del individuo por parte de un Estado orwelliano.
Las advertencias de socialdemócratas, verdes, intelectuales, la Unión de Jueces Alemanes e incluso el sindicato de la policía, todos los cuales ven en las nuevas leyes un grave peligro para la libertad e intimidad del individuo, no serán tomadas en cuenta. El Gobierno se muestra decidido a pasar las leyes con toda rapidez por el Parlamento, sirviéndose de su mayoría.Ayer, socialdemócratas y verdes abandonaron la comisión de Interior del Bundestag en protesta por el procedimiento de urgencia aplicado a estas leyes, que imposibilita, según denunciaron, todo debate técnico y político.
La ley establece la creación de los carnés de identidad y pasaportes no falsificables y legibles por un aparato electrónico que podrá almacenar los datos. Con esta documentación, las posibilidades de almacenamiento de los datos del ciudadano, sin permiso del interesado, aumentan vertiginosamente. La limitación a tres o seis meses del tiempo durante el que, legalmente, la policía podrá tener almacenados los datos no reduce en nada los temores de los críticos de estas leyes. La experiencia ha demostrado que la policía no elimina datos una vez conseguidos, a menos que sea obligada por una intervención directa del interesado.
Dado, además, que una de las leyes incluida en el paquete establece la interconexión de los bancos de datos de policía, servicios secretos y guardia fronteriza, los datos borrados en un banco podrían pasar a otro y ser devueltos después. Otro de los puntos más controvertidos de la nueva legislación establece que, en grandes operaciones policiales, la policía podrá almacenar los datos de todas aquellas personas que identifique, tengan o no antecedentes.
Los democristianos, encabezados por el ministro del Interior, Friedrich Zimmermann, ven en las nuevas leyes un arma eficaz para luchar contra el crimen y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Las reservas de los liberales se han desvanecido con unas modificaciones que no varían el carácter de la nueva legislación.
Para los críticos de estas leyes, ya sólo falta la interconexión de todos los datos de bancos de la Administración e institutos de crédito con los de la policía y servicios secretos, para hacer del ciudadano alemán el hombre de cristal, cuya personalidad está en pleno conocimiento del Estado.
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