El Ministerio de Trabajo aumentará el control sobre los parados que cobran subsidio

RODOLFO SERRANO, EI Gobierno aumentará los sistemas de control sobre los parados que cobran subsidio, a a vez que elevará considerablemente el número de desempleados que podrán acogerse a estas ayudas, según el acuerdo alcanzado ayer entre representantes del Ministerio de Trabajo, de la patronal CEOE y del sindicato UGT. La reunión de la comisión de seguimiento del AES, que se prolongó durante más de cinco horas, tuvo momentos paradójicos. La CEOE y Trabajo llegaron en algunos momentos a presentar propuestas conjuntas a UGT, cuyos representantes esperaban fuera de la sala de reuniones.

El Ministerio de Trabajo presentó la pasada semana una propuesta de cobertura de desempleo basada fundamentalmente en la aplicación de un plan de formación e inserción profesional, que permitirá a unos 270.000 parados acudir a cursos de formación o reciclaje profesional, cobrando el 75% del salario mínimo. Y se confía que otros 65.000 desempleados sean contratados con subvención, bajo algunas de las modalidades ya en vigor, o pasen a ser autónomos.El plan de Trabajo presen a, además, una peculiaridad. Según las nuevas normas estadísticas del paro registrado, toda persona que acuda a cursos de formación y cobre por ello no se considera desempleado, sino demandante de empleo. Aunque aparentemente la diferencias es únicamente semántica, en el momento en que se aplique el plan desaparecerán de la estadística oficial del paro registrado unos 250.000 desempleados, que pasarían a ser considerados demandantes de empleo.

La propuesta de UGT no negaba el plan de formación, pero exigía, además, que aquellos parados que no pudieran acceder a estos cursos y cumplieran los requisitos fijados -mayores de 45 años con el subsidio agotado o jóvenes que buscan primer empleo con cargas familiares- cobren un subsidio del 75% del salario mínimo interprofesional mientras esperan su integración en los cursos.

Finalmente, ha quedado una propuesta mixta que recoge ambas opciones y que permite que el 43% de los parados pueda gozar de algún tipo de protección. Pero el debate registrado ayer, en una reunión que tuvo momentos de gran crispación, se centró, sobre todo, en las condiciones a imponer a los parados para poder acceder a este nuevo sistema.

Filosofía coincidente

La CEOE había presentado un documento en el que de forma esquemática planteaba la necesidad de establecer un nuevo concepto de la cobertura de paro que no fuera exclusivamente proteccionista, y, sobre todo, que asegurase que nadie que estuviera trabajando o percibiendo otros ingresos pudiera beneficiarse del seguro de desempleo.

La filosofía de la patronal y la idea de que existe un índice alto de fraude en el paro- coincide bastante con la que responsables de Trabajo han venido defendiendo públicamente. Tal vez por ello, no es extraño que en un momento dado de la reunión los representantes de Trabajo y de la CEOE unieran sus propuestas ante UGT.

El acuerdo alcanzado ayer en durece las condiciones de los parados: tendrán que acudir todos los meses a la oficina de Empleo -actualmente es cada tres meses- y habrán de aceptar las ofertas de formación adecuad que se les hagan. Las sanciones irán desde la suspensión durante un mes de la prestación hasta 1 extinción definitiva, en caso de reincidencia o rechazo injustificado de la oferta. Dentro de 15 días, el Ministerio de Trabajo presentará un reglamento de colocaciones que ampliará a todos los parados estas condiciones.

En la normativa en vigor se considera falta grave rechazar una oferta de empleo adecuada. El futuro reglamento, que la Administración presentará para su debate a UGT y CEOE, especificará lo que significa "oferta adecuada" no rechazable.

Al margen de la cobertura por desempleo, la CEOE volvió a plantear la necesidad de reabrir el debate sobre la flexibilidad de despido, y lamentó que "UGT hubiera torpedeado la negociación, que contrasta con la buena voluntad mostrada por el Gobierno".