Miles de manifestantes tratan de impedir la distribución de periódicos de Murdoch

Unas 5.000 personas intentaron sin éxito en la madrugada de ayer impedir la distribución de los periódicos dominicales del magnate de la prensa internacional, Rupert Murdoch, en la mayor manifestación registrada hasta ahora frente a las nuevas instalaciones de la empresa en Wapping, en los antiguos muelles de Londres.

La manifestación, convocada por los dos sindicatos de tipógrafos -SOGAT 82 y National Graphic Association (NGA)-, cuyos 6.000 afiliados fueron despedidos por Murdoch al iniciar una huelga como protesta por el traslado de los periódicos a Wapping, terminó en un enfrentamiento con la policía, que produjo 58 detenciones y 10 heridos, ocho de ellos agentes del orden. Ninguno de los heridos se encuentra en estado grave.

La policía ha manifestado que un número de "agitadores profesionales" se infiltró entre las filas de los pacíficos manifestantes sindicales, que se habían concentrado a una cierta distancia de las instalaciones de Murdoch, para no infringir la ley con el fin de tratar de impedir la salida de los camiones con los ejemplares del Sunday Times y el News of the World.

Piquetes ilegales

De acuerdo con las nuevas leyes laborales aprobadas por el Parlamento, con mayoría conservadora, se considera ilegal el envío de piquetes y la realización de manifestaciones fuera del lugar habitual de trabajo de los huelguistas. En el caso presente, los tipógrafos sólo pueden enviar piquetes sin salirse de la legalidad a las antiguas instalaciones de Fleet Street, que albergaban a los periódicos de Murdoch y que ahora están vacías.Los manifestantes trataron de bloquear la carretera principal donde se produjeron los enfrentamientos con la policía pero los camiones consiguieron abandonar las instalaciones por varias salidas secundarias. Los 58 manifestantes detenidos serán acusados esta semana, ante un tribunal, de alteración del orden público.

La manifestación no sirvió para nada a efectos prácticos ya que, según un portavoz de la empresa, la distribución de ejemplares se había realizado con normalidad en todo el país, declaración corroborada por varios mayoristas. Sin embargo, las relaciones entre Murdoch y los sindicatos afectados podrían comenzar a normalizarse en un próximo futuro, como consecuencia de una iniciativa sindical de llevar el conflicto al Servicio Independiente de Arbitraje (ACAS), propuesta que aparentemente cuenta con el beneplácito del magnate australiano.