Cinco restaurantes madrileños, asaltados por una banda de atracadores

La policía madrileña busca a una banda de atracadores, integrada por tres jóvenes de edades comprendidas ente los 18 y 21 años, que se dedica a asaltar restaurantes. Cinco establecimientos, situados en distintas zonas de la ciudad, han sido robados en lo que va de año y en todos los atracos participaron tres muchachos vestidos con prendas deportivas. El grupo utiliza dos escopetas de cañones recortados para apoderarse de la recaudación de la caja y desvalijar de joyas y objetos de valor a los clientes, según informó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. El sistema empleado en cada uno de los asaltos fue similar.

Los empleados de estos establecimientos recuerdan con precisión la imagen de un joven que momentos antes de producirse el asalto entró al local para pedir información sobre una calle, pisos en alquiler o cualquier otra cosa. La esposa del propietario del restaurante El Horno de Don Carlos, situado en el número 80 de la madrileña calle de Fernández de la Hoz, facilitó una aspirina y un vaso de agua a un muchacho que no aparentaba más de 20 años, el pasado día 5 alrededor de las nueve de la noche. El mismo joven, acompañado por otros dos de su misma edad, irrumpía en el local dos horas después gritando: "Esto es un atraco, que no se mueva nadie".Luis Ángel Canencia, de 38 años, el propietario del local, subía por las escaleras que comunican la cocina con el restaurante dispuesto a servir a los clientes. En el descansillo escuchó que un joven, armado con una escopeta de cañones recortados, le decía: "Sube, sube y estáte tranquilo, que te vuelo la tapa de los sesos". El atracador no tenía más de 20 años, de estatura mediana y pelo lacio; vestía una cazadora de plumas azul, zapatillas de deporte y cubría sus ojos con unas gafas de sol.

Menos de un minuto

En menos de un minuto lo limpiaron todo. Se apoderaron de Las 110.000 pesetas que había en la caja, cogieron algunas joyas y sacaron el dinero de las carteras de los 13 clientes. Los ladrones desecharon las tarjetas de crédito y se dejaron un Dupont encima de una mesa, según informó el propietario del local. Antes de marcharse amenazaron con disparar contra quien se atreviera a salir tras de ellos.Durante unos instantes, clientes y camareros, sentados en las sillas de imitación de bambú del local, se quedaron atónito! y en silencio. "Todo había sucedido tan deprisa", explica Canencia, "que no reaccionábamos. Ni siquiera tuve tiempo de pasar miedo". Los asaltantes desecharon otros objetos de valor de los clientes y se marcharon adviertiendo: "El primero que asome la cabeza por la puerta se va a enterar". El propietario invitó a cenar a todos los clientes, mientras llegaba la policía y se tomaban las primeras declaraciones.

Canencia ha recibido muestras de solidaridad de los clientes habituales del local y de empresarios del ramo, que le han aconsejado tranquilidad tras el atraco, porque ,,esto es la actualidad".

En los otros establecimientos asaltados vivieron situaciones muy parecidas. Los empleados y clientes de La Mesa Redonda, situado en el número 1 7 de la calle del Nuncio, fueron desvalijados el día 31 de enero. Clientes y trabajadores acabaron encerrados en el sótano del local.

La banda consiguió un botín, según consta en la denuncia formulada por las víctimas en la comisaría de Latina, superior a los 2 millones de pesetas. Un matrimonio americano valoró las joyas, abrigo y dinero robadas en medio millón de pesetas, según informó la policía.

La misma suerte corrieron las personas que se encontraban en otro restaurante situado en el número 26 de la calle de Alberto Alcocer, el día 27 de enero.

La Jefatura Superior de Policía sospecha que los autores de estos atracos pertenecen a una misma banda de delincuentes juveniles :

"El modus operandi es el mismo", precisé un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. "y las señas físicas de los asaltantes dadas por las víctimas coinciden: muchachos muy jóvenes, con prendas deportivas".