Me sorprendió mucho
que, en el debate sobre la OTAN, un buen número de diputados -de ambos lados de la sala- abandonara ésta cuando Roca se disponía a hablar. Lo mismo ocurrió al día siguiente por la mañana con los demás grupos minoritarios. Esto, además de ser una falta de respeto y un acto despreciable, revela el poco talante democrático de muchos de los que allí se sientan, puesto que, al parecer, pasan mucho de lo que digan los partidos menores (se dice que la democracia es el respeto a las minorías). Y es más despreciable aún porque saben muy bien que entre estos pequeños partidos se ofrece una auténtica alternativa a la decisión del Gobierno. ¿Por qué no la escuchan y se dejan de politiquerías y electoralismo? ¿Por qué estos diputados desprecian la única opinión en el Congreso que difiere de verdad de la postura del Gobierno?-
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