El legado de Cooper no corre peligro de perderse, según la Administración

La posibilidad de que el legado del historiador británico Douglas Cooper al Museo del Prado se pierda es inexistente, han manifestado tanto el director general de Bellas Artes, Dionisio Hernández Gil, como el director del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez. El legado de Cooper se encuentra actualmente en Francia en espera de que el Estado español pague 70 millones de pesetas que adeuda por impuestos de sucesión. Pérez Sánchez afirmó que el Patronato del Museo del Prado está estudiando la ajudicación de una partida especial para lograr que el legado llegue al Prado, aunque el presupuesto de este año no había previsto este gasto.El legado, valorado en unos 500 millones de pesetas, consiste en dos pinturas de Juan Gris, una de Picasso, la paleta con la que éste pintó Les déjeuners y el ejemplar del libro Les déjeuners que escribió Douglas Cooper sobre esta serie de pinturas, con dibujo y dedicatoria de Picasso. Las obras fueron donadas por Cooper tras su fallecimiento, hace tres años, y desde entonces se encuentra pendiente el pago de los impuestos de sucesión correspondientes, que suman alrededor de 60 millones de pesetas. A esto se agrega una cantidad estimada en unos 10 millones de pesetas, a pagar por concepto de depósito y custodia de estas obras, que irá aumentando mientras no se efectúe el pago del total.

Este retraso de la Administración en cancelar la deuda pendiente con el principado monegasco, país donde se hizo el depósito del legado, ha venido causando seria inquietud en distintos medios. "No hay peligro de perder este legado", ha manifestado Alfonso Pérez Sánchez, "pero este retraso está causando muy mala impresión en el extranjero porque parece desinterés por parte del Estado. Esto podría ser perjudicial para quienes quisieran hacer futuros legados a España".

Traslado al Prado

Dionisio Hernández Gil dijo que cuando salió publicado el decreto del Gobierno en el que se aceptaba el legado, en junio de 1985, los presupuestos de Bellas Artes ya habían sido destinados a las distintas partidas y no se había previsto ninguna para pagar estos impuestos, aunque se trató posteriormente de incluirlo en el epígrafe de adquisiciones. "Hicimos trámites ante la legislación monegasca para lograr la exención de impuestos, ya que se trataba de un trámite de Estado a Estado, pero no hubo resultados positivos".A partir de noviembre el asunto se trasladó totalmente al Museo del Prado tras la adquisición de autonomía en su gestión. Según Hernández Gil debe ser el Prado el que asuma este pago. La pinacoteca nacional tiene un presupuesto para este año de 1.500 millones de pesetas.

"El Prado no cuenta con una partida presupuestaria especial para atender a estos pagos, ya que no hace ni tres meses que actuamos con autonomía", dijo Pérez Sánchez. "No obstante, el patronato del museo estudia la posibilidad de cambiar el destino de ciertas partidas y concluir la operación para que este importante legado llegue finalmente al Prado".