El fin de los odiados 'tontons macoutes'
., Los tontons macoutes, cuerpo paramilitar disuelto por el nuevo Gobierno provisional de Haití, eran la encarnación más palpable de la dictadura haitiana y se convirtieron en símbolo del duvalierismo. Su creación se remonta a los primeros tiempos del régimen de Frangois Duvalier, Papá Doc, que necesitaba un cuerpo armado de su confianza como contrapeso al Ejército de Haití, del que no se fiaba. El régimen celebraba cada 29 de julio el aniversario de la creación, en 1958, de los tontons macoutes, que después recibieron el nombre, más civilizado, de Voluntarios de la Seguridad Nacional, ya en tiempos de la presidencia del hijo de Papá Doc, Jean-Claude Duvalier.Con motivo de la celebración del 252 aniversario del cuerpo, el 29 de julio de 1983, Duvalier hijo aseguró: "Mi deseo más querido es que se proyecte a través del país la imagen reconfortante del miliciano forjador de una civilización de paz, de progreso y de unión que el juanclaudismo quiere ofrecer como ejemplo al mundo entero". En el último aniversario, el pasado julio, Duvalier dijo a los tontons macoutes: "Sentíos seguros, porque vuestro jefe, que ha sabido siempre dominar el furor de las tempestades, mantiene firme el timón".
Los tontons macoutes eran los encargados de realizar el trabajo sucio de la represión y de sembrar el terror entre el pueblo haitiano. Su extraño nombre viene del apelativo cariñoso que se da en francés al tío (tonton). Macoute es el macuto, una especie de bolsa de paja de los campesinos.
Llamaban la atención por sus uniformes de color azul, con sombreros de estilo cowboy, gafas oscuras y una cinta roja anudada al brazo. Iban armados con viejos fusiles y aparatosos revólveres. Se paseaban con ademanes chulescos y gesto arrogante. Se les atribuyen 40.000 asesinatos durante el régimen duvalierista.
En un primer momento se reclutaban entre los negros del campo, pero también pasó a formar parte de los macoutes la escoria de la sociedad, los desclasados y criminales deseosos de tener una patente de corso para el pillaje y cobrar a los comerciantes cantidades en concepto de protección. Sólo los jefes percibían un salario, pero todos se beneficiaban de los privilegios del régimen.
Defensa del poder
Frangois Duvalier había dado una cierta motivación ideológica a su sucio trabajo. Los tontons macoutes eran un elemento de defensa del poder de los negros, representado por Papá Doc, frente a la tradicional dominación de la burguesía mulata en Haití. En cierto sentido, representaban una fuerza procedente de las clases más bajas de la población haitiana, que degeneró en un lumpen de criminales.
Uno de los líderes de la oposición haitiana, el sociólogo Hubert de Ronceray, caracterizó hace tres semanas en entrevista con EL PAÍS a los tontons macoutes como "un cuerpo de esclavos que defienden a un Gobierno sin ninguna motivación ideológica". Para el salesiano Jean Bertrand Aristide "los macoutes son animales feroces".
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