Cine norteamericano
La actitud del equipo encargado de la sección de cine de ese periódico sería simplemente divertida si consiguiera librarse de su dogmatismo congénito. Sus opiniones consistentemente agresivas frente al cine norteamericano escapan a la crítica objetiva para adentrarse temerariamente en el campo de las obsesiones patológicas. Lo que hoy escribe Fernández Santos es un claro ejemplo de lo que aquí digo.Para ese equipo superrealista, el paralelismo entre Truman y Hitler, Reagan y Hiniler... es lugar común. Con 10 años de pluralismo ya pueden dar lecciones magnas a una democracia histórica que produce un cine libre de direccionismos e intervencionismos estatales.
Nos gusta el cine norteamericano. Nos alegra verlo programado tanto en los cines como en TVE. Las películas allí las hacen para el espectador -no para quienes sobre cine escriben-.
La pequeña venganza del cine norteamericano contra su equipo, señor director, consiste en que los Fernández Santos, Octavis y Galanes jamás han conseguido quitarle ni un solo espectador.
Agradeciéndole de antemano la no publicación de esta carta, le saluda muy atentamente.-
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