La publicidad recibe su confirmación artística en el Museo Español de Arte Contemporáneo
La publicidad no es ya sólo el arte de interrumpir la lectura, el programa favorito de televisión o el relleno de los minutos que preceden a una proyección cinematográfica. El Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) de Madrid ha dedicado su sala Julio González para dar cabida a los trabajos publicitarios que, realizados desde e 1 comienzo de los ochenta, han ido invadiendo sutilmente y de una forma ingeniosa y bella la vida cotidiana de los españoles. La exposición se inaugura mañana y permanecerá abierta al público a lo largo de un mes.Aurelio Torrente, director del MEAC, asegura que se trata de la primera iniciativa de estas características que se toma en un museo español. "El MOMA" [Museo de Arte Moderno de Nueva York], explica Torrente, "tiene un departamento dedicado a la publicidad, pero concebido como un servicio de documentación. Aquí, junto a la colección de arte moderno, hemos querido dar, desde un primer momento, cabida a todos los medios de expresión artística. Ya teníamos espacio para la fotografia o el vídeo, y estamos trabajando en el departamento de arquitectura y diseño. Si esta exposición tiene éxito, crearemos un departamento de publicidad y haremos una bienal internacional de publicidad".
La iniciativa promovida por el MEAC, cuyo coste es de 28 millones de pesetas, está patrocinada por la Asociación Española de Agencias de Publicidad, la Secretaría General de Turismo, la Comunidad de Madrid e Ifema. Los medios de comunicación colaboran insertando publicidad gratuita de esta exposición.
El montaje de la exposición ha sido realizado por los diseñadores José María Mir y Joaquín Nolla, el arquitecto José Luis Mateo y el programador Norberto Chávez.
La muestra recoge seis anuncios de cada una de las 32 agencias asociadas, junto a la publicidad institucional de las empresas patrocinadoras. El principal objetivo de la exposición es dar a conocer los métodos que actualmente utilizan los publicitarios españoles en el tratamiento de la imagen y del lenguaje.
Texto e imagen
La primera parte de la sala está ocupada con paneles de metacrilato en los que se exhibe una selección de textos de los anuncios comerciales. Una vez visto el texto, el visitante pasa a una zona ocupada por 22 monitores de televisión, donde se puede seguir el proceso por el que pasa un anuncio. Con una diferencia de escasos segundos, se van proyectando en cada pantalla las distintas secuencias de cada una de las películas publicitarias. La proyección de los anuncios se realiza aquí sin sonido.Los organizadores han querido imprimir un carácter puramente didáctico a todo el apartado, de forma que se puede seguir el proceso desde el esqueleto de la idea hasta su proyección en las pantallas.
Una vez hecho este recorrido por los distintos monitores y fases del anuncio, el visitante pasa a otra pequeña sala, en la que puede ver completo el mensaje publicitario. A esta sala se accede por un pequeño corredor en el que se pueden escuchar las bandas sonoras de los anuncios que se están proyectando. "El paseo por la exposición", asegura Torrente, "supondrá un acercamiento del público hacia la parte artística de los reclamos comerciales".
