El jefe de las fuerzas armadas de Honduras anuncia su dimisión

A dos años de haber asumido la jefatura de las fuerzas armadas de Honduras, el general Walter López Reyes anunció ayer que renunciará al cargo debido a asuntos personales. La declaración, hecha a las emisoras del país en sus primeros noticiarios de ayer, estuvo precedida de una información que señalaba su renuncia por causas profesionales.La emisora La Voz de Honduras había informado de que el general Walter López renunciaría por haber detectado "falta de respeto, indisciplina, falta de profesionalismo y actos de corrupción y deslealtad en altos oficiales". También aseguró que "la oficialidad subalterna de las fuerzas armadas de Honduras está enterada de los motivos de la renuncia del general López Reyes en las próximas horas ante el Congreso Nacional".

En comunicación telefónica con las emisoras, Walter López indicó que "es cierto que presentaré mi renuncia, pero no es por el motivo que ustedes apuntan, es por cuestiones personales".

López Reyes explicó que "me siento cansado y he decidido retirarme sin presiones de ninguna especie". El jefe militar declaró que el instituto armado de Honduras está unificado y decidido a cumplir sus funciones constitucionales y sigue en su ascenso hacia el profesionalismo". Señaló que quedará como "asesor y colaborador, en cualquier circunstancia que la patria lo requiera, de las fuerzas armadas, como corresponde a todo soldado de honor y a todo ciudadano capaz de defender Honduras".

Walter López Reyes, ex jefe de a fuerza aérea hondureña y general de brigada, asumió el mandato

de las fuerzas armadas por decisión del Consejo Superior del jército el 31 de marzo de 1984.

En esa fecha el Consejo Superior defenestró al general Gustavo Álvarez Martínez, supuestamente por actos autocráticos, corrupción y actitudes belicistas en la región centroamericana.

El pasado día 27, José Azcona Hoyo tomó posesión como presidente de Honduras, siendo el primer jefe de Estado elegido democráticamente en el país en tres cuartos de siglo sin interferencias militares.

Por su parte, el embajador de EE UU en Honduras, John Ferch, declaró ayer que su país no ha ejercido ningún tipo de presión para conseguir la dimisión de López Reyes. Ferch hizo esta declaración al salir de una entrevista que mantuvo ayer con el presidente hondureño.

En medios diplomáticos de Honduras se había citado la posibilidad de que EEUU ejerciera presiones sobre el Gobierno por considerar que López Reyes es el último obstáculo a la ayuda a los antisandinistas.Las Fuerzas Armadas hondureñas interceptaron el pasado 10 de octubre un avión que transportaba una parte de la ayuda norteamericana a los rebeldes nicaragüenses y después enviaron el avión y su carga hacia Estados Unidos. López Reyes afirmó en aquella ocasión que no permitiría "más ofensas a la dignidad nacional".

El embajador de Estados Unidos declaró que la dimisión del general era "un asunto interno" que sólo concernía a los militares hondureños.