Moscú decide dar su respaldo a los rebeldes suryemeníes
El nuevo presidente provisional de Yemen del Sur, Haidar Abubakr Al Attas, regresó ayer desde Moscú a Aden, la capital suryemení, en calma después de 12 días de violentos combates entre facciones marxistas rivales. Las autoridades de Moscú, que tienen una gran influencia en los asuntos del único país árabe comunista, parecen haber optado por el bando rebelde, que controla el Partido Socialista Suryemení.Abubakr Al Attas, quien era primer ministro del derrocado presidente Ali Nasser Mohamed, había permanecido en Moscú durante gran parte del conflicto y fue recibido el viernes por Yegor Ligatchev, número dos del Partido Comunista de las URSS, y por Boris Portomariov, encargado suplente de los asuntos internacionales del Politburó.
El nuevo jefe del Estado, un civil de 49 años, se encontraba en visita oficial en Nueva Delhi cuando estalló la crisis el 13 de enero. Desde la capital india se trasladó a Moscú para esperar el desarrollo de los acolatecimientos.
La lucha, que alcanzó momentos especialmente violentos, provocó unos 10.000 muertos y heridos y obligó a evacuar a 6.000 extrainjeros. Ayer, la capital suryemení estaba totalmente en calma, el aeropuerto había sido reabierto y el suministro de agua y electricidad estaba normalizándose, según informaron los primeros corresponsales extranjeros que pudieron entrar en Aden.
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