Más sobre Tierno Galván
Don Enrique Tierno Galván ha sido uno de los pocos políticos de este país que me hubiese gustado conocer personalmente. Por encima de cualquier consideración ideológica, uno siempre recibía la sensación de hallarse ante un personaje público que, extrañamente por esa condición, infundía cierta esperanza hacia los valores más elevados del ser humano.Seguramente puede ser ésta la razón principal por la que su desaparición no se ha quedado sólo en una nota de Prensa. La espontaneidad de todas las muestras de cariño popular no son más que el mejor homenaje que podía rendírsele por su trayectoria limpia y honesta.
Descanse en paz el viejo profesor, y que su ejemplo nos sirva para todos, pero en especial para aquellas personas que, destinadas a asumir elevadas responsabilidades, y no solamente políticas, confirman con su comportamiento, muchas veces obsceno, la impresión de que no marchamos precisamente hacia un mundo más justo.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.