Muchos nervios y medidas imponentes de seguridad
Todos los cánones de protocolo y de seguridad fueron respetados cuando, a las once de la mañana de ayer, Simón Peres, primer ministro israelí, llegaba al aeropuerto militar de Valkenburg. El nerviosismo era patente en los dispositivos de seguridad ante el temor de un eventual atentado, con imponentes medidas para prevenirlo. Media hora después, con la llegada del presidente Felipe González, se produjo un pequeño alboroto.El primer ministro holandés, Rudd Lubbers, siempre campechano, atravesó las filas de la guardia de honor para ir a saludar a su homólogo español.
Los periodistas se acercaron. Se produjeron entonces algunos empujones. En un momento dado, Julio Feo, secretario general de la Presidencia del Gobierno, le dijo al policía que tenía delante: "Saca la pipa". Esta frase pudo ser oída por diversas personas, entre ellas Bernardo Pérez, fotógrafo de EL PAÍS.
Feo dijo posteriormente a los informadores que no recordaba haber usado esta expresión, sino "dale un empujón", cuando, según explicó, un periodista holandés quiso pegar al policía.
Las delegaciones marcharon a Catshuis, la residencia oficial del primer ministro holandés. Allí, tras un encuentro trilateral, González y Peres se encerraron a solas, en una conversación de dos horas con el francés como lengua común.
Posteriormente se les unieron para el almuerzo los miembros de sus respectivas delegaciones. En el exterior del edificio se había montado un impresionante dispositivo de seguridad, que incluía un tanque.
En la conferencia de prensa posterior a la entrevista, en inglés y castellano -lenta y pesada, dado que se utilizó una traducción consecutiva-, Simón Peres realzó la contribución del pueblo judío al descubrimiento del Nuevo Mundo, "porque fueron hijos de este pueblo quienes elevaron a alturas sin precedentes la astronomía y la cartografia, haciendo posibles los viajes del gran almirante [Cristóbal Colón]", explicó el primer ministro de Israel.
Después de la conferencia de prensa, Lubbers, González y Peres (este último inició ayer una visita oficial de tres días de duración a La Haya) tomaron el café juntos.
Seguidamente, González volvió a recibir a la Prensa española. El portavoz del Gobierno, Javier Solana, así como Máximo Cajal, secretario general de política exterior, y Julio Feo, formaron parte de la comitiva del presidente.
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