La URSS y otros países europeos preparan la evacuación de sus residentes en Yemen del Sur
CORRESPONSAL / AGENCIAS, El intento de golpe de Estado que comenzó el pasado lunes en Aden, capital de la República Popular Democrática de Yemen, y que a lo largo de la semana ha vivido diversas vicisitudes, alcanzó ayer extremas cotas de violencia armada a pesar de la mediación soviética para conseguir un alto el fuego. Las facciones enfrentadas -la leal al presidente Alí Nasser Mohamed y la que sostiene a quienes intentan derrocarlo, entre los que se encuentra un antiguo presidente y el número dos del régimen- libraron un intenso bombardeo en algunas zonas de la capital. Las características de estas luchas han llevado a Francia, Reino Unido, República Federal de Alemania y URSS a preparar la evacuación de sus ciudadanos residentes en Yemen del Sur.
Los bombardeos de ayer vinieron precedidos por una jornada de precaria calma en la que ambos bandos intentaron llegar a algún tipo de acuerdo. Durante 14 horas, desde las diez de la mañana hasta las doce de la noche, los negociadores -el presidente y un comité de cuatro personas designado por el Buró Político del Partido Socialista Yemení (PSY)- trataron de alcanzar un compromiso en terreno neutral, la sede de la embajada de la URSS, que se ha abstenido de tomar partido en esta disputa por el poder en el único país árabe regido por un sistema marxista, informa Pilar Bonet.La reunión se saldó con un absoluto fracaso al negarse el presidente a realizar ninguna concesión "a los jefes de la rebelión, que han preferido recurrir a las armas antes de intentar resolver los problemas en el seno del partido", según indicaron fuentes próximas al encuentro. Alí Nasser Mohamed reclamó además la salida del país de los cabecillas del levantamiento "para garantizarles su seguridad".
El comité de los cuatro estaba formado por Mohamed Said Abdula (partidario del anterior jefe del Estado, Abdul Fata Ismail), Mohamed Abdula al Batan¡ (seguidor de Alí Antar, número dos del régimen), Suleiman Nasser Mohamed (presidente de los Comités de Defensa del Pueblo) y Saleh Abubakar Ben Huseinun. Ismail y Antar, jefes de la rebelión, fueron detenidos y fusilados el mismo lunes, según Radio Aden, aunque hay dudas sobre la veracidad de este anuncio.
Ismail, un marxista radical de quien Leonid Breznev llegó a decir que era "más soviético que los soviéticos", fue depuesto por Nasser Mohamed en 1980 y se exilió en Moscú, de donde regresó a finales del año pasado. El intento de golpe de Estado estuvo motivado por las discrepancias de los más ortodoxos del régimen con los últimos intentos presidenciales de estrechar lazos con sus vecinos, los conservadores Arabia Saudí, Yemen y Omán. Precisamente, el restablecimiento de relaciones con este sultanato abrió el camino a la apertura de relaciones diplomáticas, el pasado verano, entre Omán y la URS S.
Una acalorada discusión del Buró Político del PSY sobre las directrices políticas impuestas por Nasser Mohamed se saldó el lunes con un tiroteo después de que Alí Antar intentara acabar con la vida del presidente.
Moscú, que en octubre de 1979 suscribió con Aden un tratado de amistad y cooperación semejante al que mantiene con Damasco, se mueve con estricta cautela en este caso. El jueves la Prensa soviética hablaba de "informes contradictorios" sobre la suerte de algunos altos miembros del partido y del Gobierno y ayer la agencia Tass manifestaba que la situación "continúa siendo dificil". También la Prensa informaba ayer de la llegada el jueves a Moscú del primer ministro yemení, Haidar Abubakeral-Attas, a quien acompañaban el ministro de Exteriores, Abdulaziz Abdo al Dali, y el de Comercio, Ahmed Ubaid al Fadli, quienes procedían de Nueva Delhi. Medios árabes en la capital soviética manifestaron que los visitantes se entrevistaron con el jefe del Gobierno, Nikolai Rishkov, pero este extremo no pudo ser confirmado.
El Ejército yemení está dividido en esta lucha por el poder. La Marina y las milicias de PSY respaldan al presidente, mientras que en el Ejército de Tierra y en el del Aire hay quienes secundan a Nasser Mohamed y quienes sostienen a los rebeldes.
Estos hechos llevaron a diversos Gobiernos europeos a ordenar la evacuación de sus ciudadanos residentes en este país, estratégicamente situado entre los mares Rojo y Arábigo. Una verdadera escuadra de barcos de guerra soviéticos, franceses y británicos surcaba ayer las aguas próximas a Aden, aunque fuera de las territoriales suryemeníes, a la espera de que se consiguiera un alto el fuego en los combates que hiciera posible la evacuación. Bonn pidió a Londres y Moscú que se hicieran cargo de los alemanes, de los que se sabe que hay 16 en Aden, mientras se desconoce la suerte de otros cinco. Francia cuenta con unos 130 ciudadanos en la capital y 15 empleados en una planta petrolera. También viven 60 británicos en Yemen del Sur, país en el que no reside ningún español, según fuentes del Ministrio de Asuntos Exteriores. Madrid mantiene relaciones diplomáticas con Aden, capital ante la que es embajador español el residente en Addis Abeba (Etiopía).
El grueso de la evacuación la realizarán probablemente buques soviéticos, que llevarán a los rescatados hasta Yibuti, donde cada país se hará cargo de sus propios ciudadanos, según declaró un portavoz de la Embajada del Reino Unido en Moscú. Fuentes árabes en Moscú calculan que en Yemen del Sur hay 5.000 ciudadanos soviéticos, de los que fuentes occidentales atribuyen 2.000 a destinos militares, muchos de ellos en la estratégica isla de Socotora, que controla la entrada al mar Rojo.
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