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La Administración soviética pone en marcha un programa de reducción de plantillas

Pilar Bonet

La Administración soviética ha comenzado un amplio programa de reducción de plantillas que, por primera vez en la historia de la URSS, prevé un paro laboral retribuido por el Estado durante un período de tres meses. Pasado ese tiempo, los despedidos deberán ingeniárselas por sí mismos para encontrar trabajo.

Fuentes soviéticas informaron que un 40% de la plantilla de los cinco ministerios agrícolas, fundidos en un superministerio agroindustrial (el Grosagroprom) el pasado noviembre, ha sido puesta en la calle con una indemnización equivalente a tres meses de sueldo. La reducción de plantilla y los tres meses de indemnización eran confirmados recientemente en las páginas del periódico Sovietskaia Kultura, por el economista V. Kostakov, quien no daba cifras del número global de despedidos.Según una fuente económica occidental, la reducción realizada en el Grosagroprom supone que 3.600 personas de un total de 9.000 han perdido su trabajo. Globalmente, la reducción de la plantilla en la Administración soviética afecta a un 20% de los funcionarios del aparato central. En el Gosplan, el organismo de planificación, se quedará sin trabajo un 20%. de los 3.000 empleados y el Ministerio de Pesca ha propuesto una reducción del 16%. de la plantilla, afirmaron las fuentes.

Con la reestructuración económica emprendida bajo el mandato de Mijail Gorbachov, el paro, que oficialmente no existe en la URSS desde la década de los treinta, se ha convertido en uno de los temas de discusión en la Prensa del país, de forma más o menos encubierta. Kostakov afirmaba en Sovietskaia Kultura que la reestructuración económica -la palabra reforma no se emplea- producirá reducciones de plantilla que afectarán a entre 13 y 19 millones de trabajadores de la industria, lo que equivale a entre el 13% y 20% del empleo del sector.

Kostakov señalaba que es necesaria una reorientación psicológica y mantenía que "es natural y necesario que, si por razones objetivas deja de necesitarse un puesto laboral, se le ofrezca otro empleo al trabajador". "Para nosotros", escribía, "puede ser nueva e inusual la necesidad de buscar trabajo".

La Constitución soviética garantiza el derecho al trabajo y a elegir profesión (artículo 40), y ello ha sido frecuentemente puesto como ejemplo por las autoridades soviéticas frente a los países occidentales, criticados por su paro laboral.

El martes pasado, en el periódico gubernamental Izvestia, el profesor S. Ivanov, experto en derecho laboral, analizaba las dificultades de las empresas para despedir a los obreros no productivos y señalaba que "la Administración no despide al trabajador porque teme no haya con quién sustituirlo".

El periódico Pravda, órgano del partido, se refería ayer a las decenas de gentes "agradables y decentes" que en multitud de despachos de la Administración reciben un sueldo "totalmente en vano". Una de las consecuencias de las reducciones de plantilla -si se lleva a cabo consecuentemente- puede ser una reorientación geográfica de la mano de obra.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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