Un panadero en paro mata a tiros a su esposa y a su hijo en Almería
Una mujer de 24 años y su hijo de año y medio resultaron muertos a consecuencia de los disparos realizados por Manuel Montoya Marín, de 27 años, panadero en paro y esposo y padre de las víctimas. Los hechos ocurrieron a primera hora de la mañana de ayer.
La mujer muerta, Antonia Trastornado, de 24 años, se encontraba en la vivienda familiar, en la calle del Capitán Cortés, número 4, situada en el centro de la localidad, cuando el presunto homicida llegó, al parecer bebido y con fuerte excitación. Disparó sobre su esposa y el niño, utilizando una escopeta de caza, y ocasionó la muerte a ambos, que tenían orificios en la cabeza. Los hechos ocurrieron alrededor de las cuatro de la madrugada. Otro hijo, de tres años, se salvó porque se encontraba con los abuelos.
El hecho ha conmovido a toda la zona. Los vecinos consultados, así como las fuerzas de seguridad ciudadana, a nivel oficioso, han señalado que el homicida y presunto parricida, al encontrarse sin trabajo, abusaba de la bebida y alguna vez discutió violentamente con su mujer. Fuentes policiales han señalado que no tiene antecedentes delictivos de ningún tipo. Natural de Montejicar (Granada), es uno de los cientos de personas que en los últimos años se instaló en Roquetas de Mar, ciudad de 25.000 habitantes, turística y agrícola a la vez. Manuel Montoya, tras ocasionar las dos muertes, abandonó el domicilio conyugal y se entregó a la Guardia Civil en Aguadulce, en vez de hacerlo en el cuartel de Roquetas de Mar, que está a escasos metros de su domicilio. No hay explicación sobre el móvil de lo ocurrido, aunque agentes de la Policía Municipal que posteriormente participaron en las diligencias han señalado a este periódico que Manuel Montoya se encontraba tranquilo y comentó: "Si hubiera estado el otro niño también lo habría matado".
