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Asesinados dos policías del Ulster en el primer atentado terrorista del año

El año nuevo tuvo ayer un trágico comienzo en Irlanda del Norte, al resultar muertos dos policías y un tercero gravemente herido en un atentado terrorista registrado en la localidad de Armagh, a pocos kilómetros de la frontera con la República de Irlanda. Entre tanto, el Gobierno británico ha decidido aumentar los efectivos militares en la provincia con el fin de poder proteger las comisarías de policía, constantemente atacadas por el Ejército Republicano Irlandés (IRA).

El atentado se produjo poco después de la medianoche, en una calle de Armagh, sede primada católica de las dos Irlandas, en cuya catedral está enterrado san Patricio, patrón de la isla. Tres miembros del IRA, que se habían apropiado por la fuerza de una casa, hicieron estallar mediante control remoto una potente bomba escondida en un cubo de la basura cuando una patrulla del Royal Ulster Constabulary, la policía de la provincia, pasaba por las cercanías.Dos de sus tres miembros resultaron muertos en el acto, y el tercero, un reservista, fue trasladado al hospital en estado muy grave. El cardenal primado de toda Irlanda, Thomas O'Fiaich, ha condenado el atentado como "una atrocidad deplorable".

El ataque a comisarías de policía con morteros de fabricación casera y los atentados contra patrullas del Royal Ulster Constabulary se han convertido en las acciones preferidas por el IRA a lo largo de 1985. El pasado febrero, nueve agentes del Constabulary resultaron muertos, entre ellos, una mujer policía, cuando un mortero alcanzó la comisaría de Newry, en el condado de Armagh, en la frontera con la república surirlandesa. Sólo en el pasado diciembre el IRA realizó seis ataques de mortero contra otras tantas instalaciones del RUC.

Contrariamente a lo que ocurría en la década de los setenta, cuando el IRA concentraba sus ataques contra las fuerzas del Ejército enviadas en 1969 por el entonces primer ministro laborista Harold Wilson para combatir el terrorismo, la policía de la provincia se ha convertido en el blanco principal de los atentados de los provisionales del IRA. Sólo en 1985, el Royal Ulster Constabulary, considerado por los republicanos como partidista, al estar compuesto en más de un 90% por protestantes, ha tenido 23 muertos en su lucha contra el terrorismo, la mayor cifra de bajas policiales registradas en la provincia desde 1976. Los militares sólo han sufrido en comparación dos. Precisamente han sido estos ataques contra las instalaciones del Ulster Constabulary y los continuos atentados contra sus miembros los que han movido al Gobierno británico a decretar el envío a la provincia de 550 militares del regimiento de infantería Royal Anglian, el primer aumento de fuerzas del ejército decidido desde 1981. En la década de los setenta, los peores años de la lucha contra el IRA, el Ejército tenía unos 15.000 efectivos en el Ulster, que se han reducido a 9.000 en la actualidad.

El envío de tropas al Ulster ha sido aprovechado por los líderes de los dos partidos unionistas protestantes para calificar de fracaso el acuerdo anglo-irlandés firmado el pasado 15 de noviembre entre el Reino Unido e Irlanda, en el que por primera vez se asigna un papel consultivo a Dublín en los asuntos de la provincia desde la partición de la isla con motivo de la independencia irlandesa en 1921. El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Tom King, ha rechazado esa calificación y ha manifestado que "pretender que una campaña terrorista que dura años termine de la noche a la mañana por la firma de un acuerdo es una estupidez".

King se entrevistó el pasado lunes en Londres con el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Peter Barry, con quien discutió acerca de la huelga de hambre de dos de los 27 miembros del Ejército de Liberación Nacional Irlandés (INLA), una organización más radical que el IRA, que dio comienzo hace unos días en Belfast. El resto de los 27 ha anunciado su intención de unirse a la huelga con intervalos de una semana.

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