España cree perjudicial la publicidad de su gestión de paz con Nicaragua

España considera perjudicial la difusión de los contactos mantenidos en la Embajada española en Managua entre el Gobierno y la oposición nicaragüenses y cree que los más beneficiados por el fracaso de esas conversaciones serían "quienes quieren mostrar una imagen intransigente y totalitaria del sandinismo".

El responsable de Asuntos Iberoarriericanos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Juan Pablo de Laiglesia, declaró ayer: "El tema eslaba bajo reserva, en espera de resultados, para que no fuera utílizado propagandísticamente por nadie y para que nadie lo pinchase, como finalmente casi ha ocurrido". El embajador español en Nicaragua, Luis Cuervo, que actuó como testigo en las dos rondas de dichas conversaciones, consideró también que "la ruptura de la confidencialidad puede ser negativa". De Laiglesia teme que se ha intentado entorpecer esa negociación porque "todo lo que sea una demostración de que hay disposición al diálogo por parte de los sandinistas no sirve a quienes quieren mostrar una imagen intransigente y totalitaria del sandinismo".El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, confirmó ayer la información dada el pasado martes por el diario norteamericano The New York Times sobre la celebración de conversaciones entre sandinistas y la oposición en la Embajada española en Managua, pero precisó que la actuación de España "ha sido más la de un anfitrión que la de un mediador".

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Charles Recirrían, manifestó ayer que para que el esfuerzo pacificador del Gobierno español pueda ser "útil" debe conducir a un proceso de reconciliación en el que esté incluida la contra. Sobre este aspecto, Juan Pablo de Laiglesia expresó sus "dudas sobre la legitimidad que ampara a unos irregulares financiados desde el exterior para sentarse a una mesa de negociaciones".

El alto funcionario español dijo que Estados Unidos no había sido informado de las conversaciones en la Embajada de España, dado el carácter reservado de éstas. Añadió que en España "hay disponibilidad para acoger cualquier tipo de negociaciones futuras".

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