El Estado emitirá más de cinco billones de pesetas en 1986
El Estado deberá emitir el próximo año deuda pública interior por 5,09 billones de pesetas como mínimo, según los cálculos elaborados por la Administración. Sólo para afrontar el vencimiento de pagarés del Tesoro en circulación tendrán que salir 3,44 billones de pesetas. En total, habrán de ser emitidos pagarés por 4,75 billones de pesetas, si no hay previo acuerdo con bancos y cajas de ahorro para consolidar a largo plazo sus inversiones en estos títulos. Las tres cuartas partes de estas emisiones se concentrararían en el segundo semestre. El 95% de los pagarés serían a 18 meses y a un tipo de interés del 10,5%, en un nuevo intento por alargar los vencimiento de la deuda pública.A expensas del resultado de las negociaciones para dicha consolidación, el cuadro de emisiones de deuda interior para el próximo año -véase cuadro- eleva nuevamente la presencia de los pagarés del Tesoro. Mientras que el Estado sólo emitirá 92.000 millones de deuda desgravable y 276.500 millones en bonos y obligaciones, las emisiones brutas de pagarés deben superar los 4,7 billones de pesetas, cifra muy próxima a la de títulos en circulación (5,1 billones). Pese a la lógica salida de buena parte de la deuda desgravable a finales de año para atender la mayor demanda de estas fechas, la mayoría de la deuda del Estado se concentrará en el primer semestre. En cambio, el segundo semestre está abocado a registrar una fuerte actividad emisora: el Tesoro debe atender a un tiempo las necesidades de financiación del déficit público anual y la renovación de los pagarés que ha de amortizar.
En el primer semestre, el Tesoro tendrá que afrontar el vencimiento efectivo de 164.186 millones de pesetas de pagarés de financiación y 432.261 monetarios (procedentes de los extintos certificados de regulación monetaria que colocaba el Banco de España entre las entidades financieras).
Las amortizaciones del segundo semestre deberán ser casi seis veces superiores: de 2,68 billones de pesetas y 817.756 millones de pesetas, respectivamente. La financiación efectiva que consiguió al emitir todos ellos fue de 3,44 billones de pesetas, cifra inferior en 652.400 millones de pesetas a la que ahora debe satisfacer para cubrir el tipo de interés implícito en este tipo de emisiones al descuento.
Para evitar estos problemas de concentración entre los vencimientos y las nuevas necesidades de dinero, el cuadro de emisiones ha sido diseñado bajo el supuesto de que el 95% de los pagarés serán a 18 meses y sólo el 5% restante a 12 meses. Esta política de alargar los plazos de la deuda fue iniciada a principios del pasado año, de forma que en septiembre de 1984 desaparecieron las salidas de pagarés a seis meses, mientras que descendían paulatinamente las de 12 meses y se generalizaban las de 18 meses.
El alargamiento de plazos, la favorable acogida de las reinversiones mediante canje voluntario en las deudas a amortizar y el descenso de los tipos de interés a corto plazo que han acompasado las des aceleraciones de la inflación han contribuido a contener el fuerte crecimiento de las cargas financieras de la deuda pública total, próximas al billón y medio de pesetas.
Concretamente, para los 4,7 billones de pesetas en pagarés que deberán ser emitidos durante el próximo año, el tipo de interés medio estimado por la Dirección General del Tesoro al elaborar los Presupuestos del Estado de 1986 baja al 10,5%. en los de 18 meses y al 10% en los de 12 meses. En ambos casos, éste sería casi dos puntos inferior al registrado a lo largo del presente año.
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