Jordi Pujol cierra la crisis catalana sin explicarla
Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, cerró ayer la crisis en el Ejecutivo catalán sin explicarla. Pujol, que presidió la toma de posesion de los dos nuevos consellers de Cultura y Comercio y Turismo, destacó ayer la trayectoria catalanista de los recién nombrados, Joaquím Ferrer y Narcís Oliveras, respectivamente.Pujol afirmó que "el Consejo Ejecutivo se encuentra donde se encontraba y está donde estaba". De este modo, la crisis abierta por las dimisiones de los consellers Joan Rigol y Francesc Sanuy quedaba cerrada sin más explicaciones.
Pujol no hizo ninguna referencia a las peticiones de toda la oposición para que explique en el Parlament las claves de la crisis que acaba de cerrar. No obstante, de sus palabras -al señalar que su Gobierno está "donde estaba"cabe deducir, una vez más, su voluntad de que el asunto no se discuta en la Cámara catalana.
Dirigentes de Convergéncia Democrática de Catalunya (CDC) -el partido de Pujol- se mostraron ayer contrarios al debate por una doble causa: porque la política de la Generalitat seguirá siendo la misma -CiU (coalición de CDC y Unió Democrática) cuenta con mayoría absoluta en la Cámara catalana- y porque el Parlament está ya en período de vacaciones.
El nuevo titular de Cultura, contra el que la oposición socialista desató uriá batería de críticas antes incluso de que su nombramiento fuera oficial, acaparó la atención de los medios de comunicación. Joaquím Ferrer, que a media mañana se incorporó -al igual que Oliveras- a su nuevo despacho, subrayó en todas las declaraciones que concedió que el pacto cultural suscrito por las instituciones catalanas el pasado mes de octubre será mantenido.
Ferrer anunció también que tiene previsto reunirse hoy con los miembros del Consejo Asesor de Cultura, a los que pedirá que continúen en sus cargos (el pasado día 18 un sector mayoritario del Consejo presentó la dimisión a Rigol).
Por otra parte, Ferrer destacó que su principal objetivo es "el despliegue cultural de Cataluña", definido en términos de "posibilitar que los bienes culturales de Cataluña estén al alcance de todos los ciudadanos. El pacto cultural está plenamente garantizado", concluyó Ferrer.
