El banquero Sindona, encerrado en una cárcel de mujeres, dice que Marcinkus reza por él
Michele Sindona, el famoso banquero siciliano que un día fue la gloria de Italia, y a quien Giulio Andreotti, actual ministro de Exteriores, llegó a calificar de "salvador de la lira", está hoy en la cárcel femenina de máxima seguridad de Voghera a la espera de una sentencia definitiva. Desde la cárcel ha declarado que el arzobispo Paul Marcinkus, presidente del Instituto de Obras de la Religión, reza por él. El fiscal ha pedido para Sindona cadena perpetua por su presunta intervención en el asesinato del abogado Giulio Ambrosoli, pero el banquero espera ser puesto en libertad con todos los pronunciamientos favorables.Mientras tanto, se consuela sabiendo, como afirma en una entrevista que publicaba ayer el Corriere della Sera, que el arzobispo Paul Marcinkus, el controvertido banquero de Dios del banco vaticano, reza por él. Sindona declara: "Soy cristiano y sé que un día tendré que responder a Dios, sólo a Dios", y explica así sus antiguas relaciones con el banquero del Papa: "Hoy, todos los poderosos han huido. Otros, como Marcinkus, afirman que no me conocen. Pero con Marcinkus yo había tenido magníficas relaciones privadas. Recientemente ha escrito una carta a un obispo norteamericano en la que le dice que reza por mí cada día".
Sindona está encerrado en la cárcel de mujeres de Voghera porque es la más moderna y segura de Italia, dotada de los más avanzados sistemas electrónicos de seguridad. Está vigilado noche y día, y de su custodia se encargan 18 agentes. Existe el temor de que pueda escapar.
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