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Un coche retenido desde agosto, liberado de la 'grúa' sin gastos

Un vehículo retenido por el Ayuntamiento de Madrid durante cuatro meses y medio por impago de multas por valor de 150.000 pesetas, las cuales habían prescrito, fue entregado sin gastos ayer a su propietaria, Francisca Sola. El Ayuntamiento ordenó esta liberación -primera que ocurre en estas circunstancias- tras ser descubierta dicha prescripción en el expediente del vehículo por el Comisariado Europeo del Automóvil. El coche estaba en el antiguo mercado de Legazpi, a donde son trasladados desde el depósito de la grúa de la calle de Alfonso XIII los coches no retirados por sus dueños al cabo de una semana de almacenaje."Es como un regalo de Navidad", decía ayer por la mañana aterida de frío, en la madrileña plaza de Legazpi, Francisca Sola a la espera de que su coche, un viejo Dyane 6, que ya daba por perdido le fuese devuelto por la grúa. Francisca tiene 53 años, es viuda empleada de hogar -en diversos domicilios- y madre de tres hijos -la mayor, casada, de 23 años; el mediano, de 21, que "acaba de colocarse de mensajero", y la menor, una joven de 19 años "que nació deficiente mental por el parto".

Por razón del trabajo de su es poso, Francisca Sola y su familia vivieron los últimos nueve años en Tarragona. "En enero pasado, al morir mi marido, nos volvimos a Madrid".

Tenían un coche que compraron de segunda mano en 1982. Domiliciados en Alcorcón, en la calle de Retableo, número 2, un día, el pasado 3 de agosto, aparcaron el coche en el barrio de Vallecas en una zona de carga y descarga, y se lo llevó la grúa. Cuando la mujer fue a recogerlo, en la oficina municipal le dijeron que debía pagar 150.000 pesetas por multas acumuladas Como no las tenía, se fue y no volvió, resignada a perder el coche.

A principios del mes en curso, y a raíz de las informaciones publicadas sobre determinadas anomalías en la retención de vehículos por exigencia de la recaudación ejecutiva de las multas, Francisca Sola recabó información en el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), organización privada que facilita asesoramiento gratuito al usuario. Francisca expuso, entre otras dudas, el hecho de que le resultaba extraño haber acumulado multas por el importe que se le exigía. Al revisar el expediente, el CEA comprobó que gran número de las multas correspondía al tiempo en que el vehículo, matrícula M-2363-DV, era de otro propietario. Ahondando en el expediente se advirtió que todas las multas habían prescrito.

Mario Arnaldo, portavoz de CEA, explica al respecto "que eso no significa que la tramitación fuese incorrecta, sino que cada trámite de notificación de la multa al usuario hasta llegar al proceso ejecutivo tiene un plazo de un año, y si la tramitación se hace fuera de ese plazo, la multa prescribe y debe ser cancelada". Arnaldo añade: "Es legítima la actuación de la grúa al retirar el coche de la vía pública al estar mal estacionado, pero no en exigir el pago de multas cuyo trámite no se encuentre en una fase legal correcta".

El Ayuntamiento de Madrid, tras la revisión del expediente de dicho vehículo, ordenó su liberación sin cobrarle las 375 pesetas diarias que se cobran por almacenaje, y certificó que se encuentra libre de aquellas cargas hasta el momento presente. Francisca Sola fue a retirarlo ayer de donde había sido depositado: el antiguo mercado de Legazpi, lugar a donde son trasladados desde el almacén de la calle de Alfonso XIII los coches que no han sido recogidos por sus propietarios al cabo de una semana de haber sido retenidos por la grúa únicamente tuvo que abonar 7.000 por gastos de grúa.

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