Jornada de luto en Orbaiceta

CARMELO C. RIDRUEJO, Orbaiceta vivió ayer una jornada de luto por la muerte de Mikel Zabaltza, ya que éste era natural y vecino de esta población, situada en el Pirineo navarro y que cuenta en la actualidad con cerca de 300 habitantes. Por espacio de media hora la práctica totalidad de los vecinos de la localidad, mientras las campanas de la iglesia tañían a muerto, se concentró en la plaza, en completo silencio y lucía brazaletes negros. La bandera del Ayuntamiento ondeaba a media asta. La concentración se disolvió pasados 30 minutos.

"El ambiente en el pueblo es de consternación, impotencia e indignación. Todo el pueblo está con la familia de Mikel Zabaltza, ya que nadie se cree la versión oficial de lo sucedido", según aseguraba a EL PAÍS el alcalde de esta población navarra, Juan José Vizcay Salva, elegido en la candidatura independiente.

En Orbaiceta, desde que se-conoció la muerte de Mikel, las banderas ondean a media asta y en los balcones y ventanas se exhiben sábanas e ikurriñas con crespones negros. Todos los vecinos consultados por esté periódico resaltan el carácter pacífico y en absoluto violento de Mikei Zabaltza y algunos, como el cura párroco, dicen de él que era un buen cristiano.

José Luis Molinat, cura párroco de Orbaiceta desde hace 14 años, señalaba ayer que Zabaltza fue su primer monaguillo en esta población. "Era servicial y muy atento. En definitiva, era un buen hombre comentó. Acto seguido agregó que "lo que dicen de él sobre que era un presunto miembro de ETA es mentira".