La visita de Shultz a Rumanía provoca fuerte descontento en la Unión Soviética
La agencia oficial soviética Tass anunció ayer la llegada a Bucarest del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y denunció, con claro descontento, algunas de sus declaraciones anteriores a este viaje a Rumania, que reflejan, según dicha fuente, un "espíritu de injerencia en los asuntos internos de los países socialistas".
"La esencia de la política norteamericana respecto a los países socialistas consiste, como testimonian las declaraciones de Shultz, en buscar e introducir tendencias positivas desde el punto de vista de Estados Unidos", afirmaba la agencia soviética en un despacho fechado en la capital rumana. Así, según Tass, Washington "apuesta por el debilitamiento de los países de la comunidad socialista, por su aislamiento y por el fracaso de la cooperación de estos países con la Unión Soviética".El jefe de la diplomacia norteamericana concluyó en la tarde de ayer su visita de seis horas a Rumania y siguió viaje a Budapest, segunda etapa de su primera gira por Europa del Este. En el día de hoy, y tras entrevistarse con las autoridades húngaras, Shultz viajará a Yugoslavia.
Durante su brevísima estancia en Bucarest, Shultz se entrevistó con el jefe del Estado y del Partido Comunista de Rumania, Nicolae Ceaucescu, y con el ministro de Exteriores rumano, Ilie Vaduva. El secretario de Estado norteamericano entregó al máximo dirigente rumano una carta del presidente Ronald Reagan, cuyo contenido no ha sido revelado.
Según fuentes occidentales, George Shultz tenía la misión de advertir a Ceaucescu de que podría perder el apoyo económico que le presta Estados Unidos si su Gobierno siguiese violando los derechos humanos.
Los resultados de la cumbre de Ginebra entre Ronald Reagan y Mijail Gorbachov y las relaciones bilaterales entre EE UU y Rumania fueron los ejes centrales de las conversaciones entre Shultz y Ceaucescu.
Ambos dirigentes coincidieron en señalar que las relaciones entre Washington y Bucarest "podían ser mejores". Según el secretario de Estado norteamericano, esta mejora podría depender de los cambios que introduzca el Gobierno rumano. Shultz confirmó, durante una conferencia de prensa, que había hablado con Ceaucescu de las presiones que se ejercen en el seno del Congreso estadounidense para que la renovación de la cláusula de la nación más favorecida esté unida a avances en materia de derechos humanos.
La discusión sobre este punto fue calificada de "franca" por George Shultz, quien informó que habían hablado de casos particulares.
Shultz declaró que Ceaucescu se había mostrado crítico con la política estadounidense de transferencia de tecnología, que es el principal concepto de sus intercambios comerciales. Washington restringe las ventas de tecnología a los países del Este.
Funcionarios norteamericanos expresaron, por su parte, su preocupación por el desequilibrio, a favor de Rumania, en los intercambíos comerciales, debido a la política proteccionista del Gobierno de Ceaucescu.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.