Jorge Díaz gana el Premio Tirso de Molina con 'Las cicatrices de la memoria'

El dramaturgo Jorge Díaz ha sido el ganador del Premio Tirso de Molina de 1985, otorgado por el Instituto de Cooperación Iberoamericana, en colaboración con Televisión Española, por su obra inédita Las cicatrices de la memoria.El jurado, presidido por el actor y director Adolfo Marsillach y compuesto por José Estruch, Maruja López, Rafael Herrero y José Marla Palacios, seleccionó como finalista, junto con el texto premiado, la obra argentina Historia de amor municipal, de Valentín Magú.

La dotación del premio es de 750.000 pesetas, una subvención de 1.500.000 pesetas y la edición de la obra por parte del Instituto de Cooperación Iberoamericano, así como un concurso abierto por parte de Televisión Española para aquellos profesionales interesados en montar la obra, que contarían con cinco millones de pesetas. Esto lleva consigo la grabación y emisión de la obra una vez realizada su puesta en escena.

Jorge Díaz, hijo de padres españoles, nacido en Argentina y educado en Chile, lleva 20 años trabajando profesionalmente en Madrid. Ganador por segunda vez del Tirso de Molina, que le fue concedido en 1975 por Mata a tu prójimo como a ti mismo, ha estado ligado durante años al teatro infantil y juvenil y es sobradamente conocido como autor de claro testimonio político. Se presentó al premio bajo el seudónimo de Mikel Gorbea.

Jorge Díaz escribió esta pieza a principios de año, y en ella refleja no sólo la crisis de una pareja cuyas edades giran en torno a los 40 años, sino también la crisis de orden político que supone abandonar una militancia activa y unas posturas de tipo antifranquistas.

Para el autor, este desencanto que recoge en la obra se está dando también en aquellas personas que no adoptaron una postura política tan clara, y que en cualquier caso el desencanto no es fenómeno desencadenante de la democracia, sino de posturas personales muy concretas.

Jorge Díaz, considerado en sus primeros años de creación como un autor perteneciente al género del absurdo, se acerca en la actualidad a un género más naturalista y realista.

La concesión de este premio significa para Jorge Díaz un estímulo: "Tengo asumida la marginalidad a la que pertenezco, y cuando recibo un premio me estimula saber que voy a tener acceso a más personas".