Protestas callejeras en Oslo mientras se entregaba el Premio Nobel de la Paz
La entrega del Premio Nobel de la Paz 1985 a la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW), representada por sus dos fundadores y copresidentes, los cardiólogos Bernard Lown (norteamericano) y Evgeni Chazov (soviético), se efectuó ayer en Oslo entre protestas callejeras y fuerte protección policial.
El presidente del Comité Nóbel noruego, Egel Aarvik, puso el énfasis en la importancia de la labor que cumple la organización premiada independientemente de la procedencia política de sus integrantes, y dijo que los laureados habían trabajado por la hermandad y el desarme. Aarvik agregó en su discurso que no existe ninguna defensa posible contra la amenaza de una guera nuclear y que los laureados habían contribuido a divulgar sus conocimientos y a crear una fuerte opinión internacional contra la guerra.La presencia de ambos médicos en el estrado del aula magna de la universidad de Oslo provocó estruendosos aplausos. El norteamericano Lown, en su intervención de agradecimiento, insistió en la necesidad de que EE UU y la URSS lleguen de inmediato un acuerdo sobre la suspensión de pruebas nucleares, que podría serfacilmente verificable por medio de controles internacionales, como paso previo hacia un acuerdo de mayor alcance.
Mientras tanto, en los alrededores de la universidad se produjeron manifestaciones de algunos grupos de exiliados soviéticos y de jóvenes integrante del Partido Conservador noruego contrarios a que Chazov recogiera este Premio Nobel y partidarios de que el físico disidente y también premio Nobel Andrei Sajarov sea autorizado a emigrar de la Unión Soviética.
El premio Nobel de la Paz, que en varias oportunidades ha sido motivo de polémica, no fue una excepción este año. Desde que el primer ministro de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, envió hace unos días una carta al presidente del Comité Nobel noruego protestando por la entrega del premio a Chazov, se desaté una intensa polémica que motivó pronunciamientos de líderes políticos de distintos países.
El presidente del Gobierno sueco, Olof Palme, señaló que Chazov ha sostenido propuestas sobre armas nucleares que en gran parte coinciden con las defendidas en informes de la denominada Comisión Palme para el control de armamentos.
Otros dirigentes, sin embargo, acusan a Chazov de apoyar políticamente decisiones adoptadas por el Gobierno de la URSS que, a juicio de estos portavoces, vulneran los derechos humanos.
El embajador de Estados Unidos en Oslo decidió no asistir a la ceremonia, actitud que fue secundada por sus colegas de la República Federal de Alemania y el Reino Unido, pese a que oficialmente no se dijo que estas ausencias tuvieran el carácter de protesta contra Chazov.
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