Manifestación de 40.000 personas en Melilla a favor de la ley de extranjería

Alrededor de 40.000 personas participaron ayer en una manifestación celebrada en Melilla a favor de la ley de extranjería -contra la que se expresaron el mes pasado cerca de 7.000 musulmanes- y en apoyo al delegado del Gobierno en la población norteafricana. Para los convocantes, la marcha -que se celebró sin incidentes- fue un signo de convivencia, y para los musulmanes, la ruptura entre las dos comunidades asentadas en la localidad.El rey marroquí, Hassan II, había transmitido al Gobierno español su inquietud y preocupación ante los efectos que pudieran derivarse para su país de la ley de extranjería. El Gobierno español garantizó a Hassan II, a través del embajador en Rabat, Raimundo Bassols, que no se producirán ex pulsiones masivas de marroquíes.

La manifestación, que fue la más numerosa de las celebradas en la historia de Melilla, iba encabezaba por una gran bandera española con forma horizontal, a la que seguía una pancarta con el lema Por la Constitución y por los derechos humanos: sí a la ley de extranjería. Cerraba la concentración otra pancarta, en la que podía leerse la frase Ésta sí es una manifestación de españoles.

Al Finalizar la manifestación, el senador socialista Julio Bassets acompañado del alcalde, entregó al delegado del Gobierno, Andrés Moreno Aguilar, un escrito dirigido al Gobierno en el que se califica de "justa, progresista y humanitaria" la ley de extranjería. Aomar Mohamedi Dudu, dirigente del colectivo musulmán melillense, calificó la marcha de fascista.

A media tarde fueron detenidos los dirigentes musulmanes Hussein y Abderrahman, que fueron acusados de formar un piquete cuya misión consistía en coaccionar a los comerciantes musulmanes para que cerrasen hoy sus establecimientos, según informó la policía. Los dos jóvenes son colaboradores directos de Aomar Mohamedi Dudu, quien, una vez enterado de las detenciones, convocó una reunión de todos los musulmanes junto a su domicilio. Al finalizar este acto y cuando tan sólo quedaban unas 40 personas, la concentración de musulmanes fue disuelta por efectivos policíales, sin que se practicara ninguna detención.

Página 12